MADRID 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
Algo más de 9.300 personas han muerto durante el primer año de la intervención de Rusia en Siria en apoyo del régimen de Bashar al Assad, según el recuento que ha realizado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
El 30 de septiembre de 2015, Rusia lanzó su intervención militar en Siria con el fin de apoyar al régimen sirio en la "lucha contra el terrorismo" y con el objetivo declarado de bombardear a los grupos terroristas, tanto Estado Islámico como el antiguo Frente al Nusra.
Sin embargo, tanto la oposición como Occidente han denunciado durante este tiempo que muchos de sus bombardeos aéreos han sido contra objetivos civiles. El último de estos objetivos, no reconocido por Moscú ni tampoco por Damasco, fue un convoy con ayuda humanitaria de la ONU y la Media Luna Roja Siria el pasado 12 de septiembre cerca de Alepo.
Según el recuento realizado por el Observatorio, con sede en Londres y una red de informadores en Siria, desde el amanecer del 30 de septiembre de 2015 hasta el amanecer de este viernes 30 de septiembre 3.804 civiles han muerto en los bombardeos rusos, 906 de ellos niños y 561 mujeres.
Asimismo, los bombardeos rusos han matado a 2.746 milicianos del grupo terrorista Estado Islámico, así como a otros 2.814 combatientes otras facciones islamistas como Fatá al Sham (el antiguo Frente al Nusra) y combatientes árabes y extranjeros.
Por otra parte, el Observatorio ha destacado que Rusia ha usado recientemente en sus bombardeos aéreos una sustancia llamada 'Thermite', compuesta de polvo de aluminio y óxido de hierro y que causa quemaduras porque sigue ardiendo durante unos 180 segundos y se encuentra dentro de las bombas.
Según ha explicado, las bombas RBK-500 ZAB 2.5 SM que lanzan los aviones rusos y pesan 500 kilos, llevan submuniciones en su interior antitanque y otras también a las que se llena con 'Thermite' y que cuando estallan alcanzan a personas y vehículos a entre 20 y 30 metros.
Por otra parte, el Observatorio ha indicado que busca "enviar un mensaje a la comunidad internacional, llevado por los gritos y el dolor del pueblo sirio", y ha confiado en sus datos "remuevan las conciencias de esta comunidad para actuar con el fin de parar de forma inmediata los asesinatos contra los ciudadanos sirios y para llevar a los criminales ante tribunales internacionales especializados para que sean castigados".