MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, líder de la junta militar de Burkina Faso, ha deseado suerte al capitán Ibrahim Traoré, líder de la asonada perpetrada el viernes en el país africano y que ha sido designado "jefe de Estado provisional" tras su dimisión.
"A las nuevas autoridades de Faso: les deseo éxito. Les invito a trabajar, especialmente a unir en lugar de dispersarse y a asumir sus responsabilidades", ha declarado en un discurso grabado y publicado en su perfil oficial de Facebook.
Damiba ha explicado que, "ante los riesgos de división" dentro del Ejército, tomó la decisión de renunciar debido a la inseguridad que vive el país. En ese sentido ha mencionado el ataque por parte de grupos armados en una carretera cercana a la localidad de Gaskindé, a unos veinte kilómetros de Djibo, que se saldó con la muerte de al menos diez soldados.
"Algunas unidades de nuestras fuerzas militares, con simpatizantes civiles y políticos, impulsadas por motivaciones individualistas, subjetivas y aprovechando ciertas frustraciones y reclamos que deberían poder encontrar soluciones en otros marcos de consulta, convergieron masivamente hacia áreas sensibles. El objetivo declarado era claro: interrumpir la transición", ha explicado.
Las siete condiciones fijadas por Damiba para dimitir comprendían la continuación de las actividades operativas contra el yihadismo, garantías de seguridad a su persona, el esfuerzo de reconciliación nacional y el respecto a los compromisos con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental con vistas a un proceso de transición.
Damiba, según ha informado previamente la emisora Radio France International, ha huido del país con destino a Togo, una llegada que ha sido confirmada por fuentes gubernamentales togolesas horas después de firmar su dimisión.
Traoré fue designado el domingo como "jefe de Estado provisional" tras la dimisión de Damiba, tras lo que la junta anunció que en los próximos días o semanas se pondrá en marcha una reunión con las "fuerzas vivas de la nación" para abordar el reajuste de la transición.
El país se encuentra desde enero controlado por una junta militar tras el golpe dado por Damiba contra el entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, tras un amotinamiento de militares en protesta por la inseguridad y la falta de medios para hacer frente al yihadismo.
Burkina Faso ha experimentado en términos generales un aumento significativo de la inseguridad desde el año 2015, con ataques obra tanto de la filial de Al Qaeda como la de Estado Islámico, lo que ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.