TENGULUN (INDONESIA), 17 (Reuters/EP)
Quince años después de haber sido miembros de un grupo islamista radical que mató a 202 personas en la isla turística de Bali, Alí Fauzi y Sumarno trabajan ahora para fomentar la paz en Indonesia.
Los antiguos simpatizantes del grupo armado Jemaah Islamiyah asesoran a exmilicianos, educan a sus hijos y sus esposas trabajan como profesoras, en el marco de una iniciativa de paz impulsada por Fauzi para combatir el extremismo.
En el colegio Lingkar Pardamaian, en la localidad de Tengulun, en Java Oriental, este jueves se ha celebrado el Día de la Independencia de Indonesia con una izada de bandera, en la que 50 de los asistentes eran exmilicianos.
La bandera de Indonesia ha sido izada por tres antiguos milicianos vestidos con uniformes blancos mientras sonaba el himno nacional, frente al jefe de la Policía local y al jefe militar, y ante la presencia de estudiantes y excombatientes en formación.
"Esto viene de lo más hondo de nuestro corazón. Es una demostración de que todo lo que queremos es ser buenos ciudadanos", ha manifestado Fauzi.
El antiguo miliciano ha reconocido que algunos de los excombatientes se habían negado a levantarse y saludar a la bandera, un símbolo odiado por aquellos milicianos que querían que Indonesia abandonara su Constitución secular y se convirtiera en un califato islámico.
"La radicalización necesita un proceso y la desradicalización también lo necesita", ha declarado Fauzi a Reuters. "Entiendo que algunos de ellos no hayan querido exponerse. Todavía están avergonzados, preocupados por la comunidad a la que antes pertenecían", ha añadido. "No estaban preparados para mostrarse en público", ha concluido el antiguo combatiente.
Se han celebrado ceremonias del mismo tipo en otros lugares, incluida una cárcel cercana a este colegio indonesio, donde el miliciano Umar Patek, que fue condenado a prisión por participar en el bombardeo a Bali, ha llevado la bandera.
Fauzi es hermano de los líderes de los ataques terroristas de Bali en 2002, Amrozi y Mukhlas, que fueron ejecutados. Otro de sus hermanos, Alí Imron, está cumpliendo cadena perpetua por su participación en el mismo ataque.
Adoctrinado por Hambali, el líder indonesio de Al Qaeda que está encarcelado en la prisión de Guantánamo, enseñó a Amrozi y a Sumarno, junto a otras 80 personas en Java Oriental, a construir bombas.
Sumarno condujo una furgoneta cargada de explosivos de Java Oriental a Bali. El grupo terrorista aparcó el vehículo en el exterior del Club Sari y lo hizo explotar con resultados devastadores.
Sumarno, que manifestó que creía que los componentes de la bomba estaban destinados a un conflicto entre cristianos y musulmanes en una isla remota en el este de Indonesia, fue encarcelado por su participación en este ataque.
"Estaba hecho polvo", ha dicho. "Bali era un lugar pacífico, no un campo de batalla", ha explicado el antiguo radical.
Fauzi fue encarcelado más tarde en Filipinas por cargos de terrorismo que no estaban relacionados con el ataque a Bali. El exmiliciano ha manifestado que se comenzó a desradicalizar cuando salió de la cárcel en 2007 y volvió a Indonesia, influenciado por un policía al que pagaba a cambio de tratamiento médico.
También contribuyó su asistencia a encuentros de víctimas de estos ataques terroristas en los que se le animaba a seguir un camino diferente. "Uno de ellos fue Max Boon, un hombre holandés cuyas piernas fueron amputadas (después de un bombardeo a un hotel de la capital, Yakarta)", ha declarado Fauzi. "Era católico, pero me perdonó a mí y a mis estudiantes. Después de eso pensé: ¿y si yo estuviera en su posición, podría haber hecho lo mismo que él?", ha añadido.
Fauzi ha asegurado, haciendo referencia a su iniciativa para combatir el extremismo, que la "comunidad alternativa" de Lingkar Perdamaian, la misma localidad en la que Fauzi y sus hermanos se adoctrinaron, va a prevenir la recaída de los antiguos radicales y se asegurará de que sus hijos no van a seguir el mismo camino.
"Indonesia tiene una larga experiencia con respecto al terrorismo", ha afirmado. "Pero también tenemos años de experiencia en superarlo", ha concluido Fauzi.