Aoun dice que se ha hecho Justicia y apela a la unidad nacional tras el fallo sobre el asesinato de Hariri

El presidente de Líbano, Michel Aoun
El presidente de Líbano, Michel Aoun - -/Dalati & Nohra/dpa
Publicado: martes, 18 agosto 2020 17:26


MADRID, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -

El presidente libanés, Michel Aoun, ha considerado que con el fallo emitido este martes por el Tribunal Especial para Líbano (TEL) sobre el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri se ha hecho Justicia, al tiempo que ha hecho un llamamiento a la unidad nacional en previsión de posibles altercados.

"El presidente de la República, el general Michel Aoun, considera que hacer justicia en el asesinato del primer ministro mártir, Rafik Hariri, responde al deseo de todo el mundo de esclarecer las circunstancias de este atroz crimen que amenazó la estabilidad y la paz de Líbano", ha informado su oficina en un comunicado.

Aoun ha estimado que el veredicto del TEL es "una oportunidad" para recordar las posiciones de Hariri, rememorando "sus constantes llamamientos a la unidad y a la solidaridad", y así "aunar esfuerzos para proteger al país de cualquier intento dirigido a avivar la sedición".

Además, ha expresado "su esperanza de que también se haga Justicia en muchos otros crímenes similares que han afectado a líderes libaneses, cuya ausencia de la escena política de Líbano ha dejado un gran vacío".

En un tono parecido, el primer ministro en funciones, Hasán Diab, ha confiado en que la sentencia del Tribunal Especial "allane el camino para conseguir justicia y avanzar hacia la estabilidad, cumpliendo así el sueño del mártir de que el país emerja fuerte y cohesionado de este calvario, abrazando la unidad nacional, la paz civil y la coexistencia".

"Hoy conmemoramos al mártir y ex primer ministro Rafik Hariri, que ha dejado una marca en la Historia de Líbano y cuyos logros serán recordados hoy y siempre por el pueblo libanés", ha declarado en un comunicado recogido por la agencia de noticias oficial NNA.

EL ASESINATO

Hariri, que fue primer ministro hasta cuatro veces, murió el 14 de febrero de 2005 por la explosión de un coche bomba en Beirut que se saldó con otros 21 muertos y más de 220 heridos. A pesar de que la autoría del atentado fue reclamada por un grupo fundamentalista hasta entonces desconocido llamado Victoria y Yihad en la Gran Siria, la acusación considera que fue una reivindicación falsa para alejar las sospechas de Siria y Hezbolá.

El entonces jefe de Gobierno se había convertido en el rostro de la reconstrucción de Líbano tras la guerra civil (1975-1990), erigiéndose como la figura suní más importante del país, por contraposición a Hezbolá, una formación chií vinculada a los regímenes chiíes de Siria e Irán. Por ello, las sospechas se dirigieron hacia el partido-milicia y el Gobierno sirio. Las fuertes protestas de esos días obligaron a la retirada de las tropas sirias de Líbano tras 29 años de hegemonía política y militar.

A la muerte de Hariri siguió una ola de asesinatos y tentativas de asesinato contra otros políticos, periodistas y activistas que reavivó el temor a un nuevo conflicto, por lo que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidió intervenir creando el TEL, un tribunal híbrido formado por juristas libaneses e internacionales que ha investigado lo ocurrido durante estos quince años.

EL VEREDICTO

El TEL finalmente ha condenado a Salim Ayyash, el principal imputado, por todos los cargos de los que estaba acusado --cometer un acto terrorista con un artefacto explosivo, homicidio intencionado por la muerte de Hariri y las otras 21 víctimas mortales del atentado y tentativa de homicidio intencionado por los 226 heridos-- y ha absuelto a los otros tres sospechosos --Assad Sabra, Hussein Oneissi y Hassan Merhi--, procesados como cómplices, por falta de pruebas. Todos han sido juzgados 'in absentia'.

El TEL había imputado a una quinta persona, un comandante de Hezbolá identificado como Mustafá Badreddine, al que describía como el 'cerebro' del atentado contra el ex primer ministro, pero murió en mayo de 2016 mientras combatía junto al Gobierno de Bashar al Assad en la guerra de Siria, por lo que el TEL retiró los cargos en su contra tras confirmar que había fallecido.

El Tribunal Especial ha conseguido confirmar que tanto Ayyash como los otros tres acusados eran simpatizantes de Hezbolá, pero no ha logrado establecer una vinculación directa con el partido-milicia ni ha podido recabar pruebas de que el grupo libanés o Siria estuvieran implicados en el asesinato de Hariri, a pesar de que "Siria y Hezbolá puede que tuvieran motivos para eliminar al señor Hariri y a algunos de sus aliados políticos", según ha señalado.

El esperado veredicto del TEL llega en un momento especialmente delicado para Líbano, que atraviesa la peor crisis económica desde la guerra civil, ahora agravada por la situación humanitaria provocada por las explosiones que tuvieron lugar el 4 de agosto en el puerto de Beirut --al parecer, por nitrato de amonio mal almacenado-- y que han dejado cerca de 200 muertos y miles de damnificados.

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