LONDRES 6 Sep. (Reuters/EP) -
La investigación de la Policía británica sobre la muerte del activista ruso Alexander Perepilichni, que participó como informante en una trama de blanqueo de dinero relacionada con la mafia rusa, va a ser retrasada hasta el año que viene por una disputa sobre unos documentos necesarios para la pesquisa que el Gobierno de Reino Unido no quiere desclasificar.
El cadáver de Perepilichni, de 44 años, fue hallado cerca de su casa, localizada en la urbanización exclusiva de St. George's Hill, en el barrio de Surrey, en el suroeste de Londres. Perepilichni estaba haciendo ejercicio cerca de su vivienda cuando perdió la vida.
El carácter tan repentino de la muerte de Perepilichni, que solicitó asilo en Reino Unido en 2009, y su activa participación en una investigación de la Policía suiza sobre una red de blanqueo de dinero en Rusia han despertado numerosas sospechosas sobre si fue un asesinato.
La Policía de Surrey ha declarado que a día de hoy no existe ninguna prueba que indique que la muerte de Perepilinchni fue provocada. No obstante, encontraron restos de un veneno mortal muy poco común en los residuos de jazmín amarillo que estaban en el fondo del estómago de la víctima.
El Gobierno británico se ha acogido a "la cláusula de inmunidad por motivos de interés público" sobre una serie de documentos que mantiene clasificados, a pesar de las numerosas solicitudes que ha hecho la Policía para poder tener acceso a ellos.
El coronel Richard Travers, uno de los líderes de la investigación, que declarado que su intención es saber si el Gobierno cuenta con cualquier tipo de información que pueda relacionar la muerte de Perepilichni con una tercera persona.
El caso está ahora a cargo de un tribunal superior en Londres. "Estoy enormemente frustrado por esto", ha declarado Travers frente a los periodistas. El coronel ha informado de que la investigación dará comienzo el próximo 13 de marzo.
Perepilichni estuvo proporcionando pruebas a las autoridades suizas durante meses, en relación con la muerte del abogado Sergei Magnistski, que falleció mientras estaba bajo custodia policial en Moscú en 2009. Magnistski había acusado al Gobierno ruso de robar y blanquear alrededor de 200 millones de euros.
En el caso de que el tribunal londinense desestime el recurso presentado por la Policía de Surrey, es posible que las autoridades policiales deban abandonar la investigación.