MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
El principal grupo organizador de las protestas en Beirut ha suspendido temporalmente las manifestaciones previstas para este lunes en Beirut al confirmarse el fallecimiento de una persona que sufrió heridas graves durante las concentraciones del domingo.
Alrededor de medio centenar de personas resultaron heridas el domingo en la segunda jornada de enfrentamientos en la capital de Líbano por la huelga de recogida de basuras, una protesta que ha vuelto a ser reprimida con cañones de agua por las fuerzas de seguridad.
Uno de los manifestantes, que habría sufrido graves heridas en la cabeza, ha terminado falleciendo este lunes tras una intervención quirúrgica, según el portal de noticias Naharnet. El principal grupo detrás de las protestas, la campaña 'Apestas', ha anunciado el aplazamiento de una concentración prevista para este lunes en el centro de la ciudad.
La crisis de la basura comenzó con el cierre del vertedero de Naamé el pasado 17 de julio. El gobierno interino, incapaz de actuar, asistió impotente a la clausura del primer receptor de desperdicios de la capital sin presentar una alternativa. La crisis fue resuelta varias semanas después, si bien existen divisiones en torno a la compañía que debe realizar las tareas.
Los manifestantes reclaman la dimisión del Ejecutivo, afirmando que se trata una muestra más de su incapacidad para superar la parálisis política que atraviesa a causa de las profundas diferencias entre los partidos que lo integran.
De hecho, la Presidencia se encuentra vacante desde mayo de 2014, cuando acabó el mandato de Michel Suleiman, y el Parlamento elegido en 2009 ha prorrogado su mandato y aplazado las elecciones hasta 2017 a causa de la inestabilidad que atraviesa el país.
El ministro de Medio Ambiente, Mohamed al Mashnouq, ha confirmado que este lunes por la tarde --y no el martes como estaba previsto-- se harán pública las condiciones para los contratos de gestión de residuos en Beirut y la zona de Monte Líbano. En cualquier caso, este paso tampoco supondría una resolución inmediata de la crisis, toda vez que las firmas que obtengan los contratos necesitarán al menos seis meses antes de comenzar a operar.