PARIS 15 Nov. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Javier Gómez Muñoz) -
Dominique Strauss-Kahn, de 57 años, siempre ha sido el escudero del ex primer ministro Lionel Jospin. De hecho, muchos creían que se retiraría de la carrera electoral cuando Jospin se propuso volver para dirigir la campaña del Partido Socislista en 2007 y vengar su derrota de 2002.
Sin embargo, 'DSK', como se le conoce en Francia, se negó en redondo a abandonar y ahora conduce la línea socialdemócrata que siempre encarnó Jospin.
De la capacidad de Strauss-Kahn para convencer a los seguidores de Jospin depende, en buena medida, su posible éxito en la campaña. 'DSK' sólo puede aspirar a la victoria en la segunda vuelta, pero para ello debe lograr que Royal no alcance el 50 por ciento de los sufragios, y superar el resultado de Fabius. Un reto para alguien que cuenta con menos apoyos internos que sus contrincantes.
Acusado por Royal de haber proferido comentarios machistas contra ella, Strauss-Kahn respondió hoy con dureza a su camarada de partido: "Ségolène lleva a cabo una campaña indigna". "No veo muchas mujeres en el equipo de campaña de Ségolène Royal. En cambio, alrededor mío veo muchas", adujo el ex titular de Economía, quien arremetió contra la presidenta regional por haberle acusado "sin pruebas" de haberle lanzado varias frases misóginas.
Strauss-Kahn, además, explicó hoy que Ségolène tendrá muchas dificultades para batir a Nicolas Sarkozy, probable candidato del centroderecha en las presidenciales, por "su ausencia de visión de futuro", de "camino en la globalización" y de "proyecto económico y social".
El dirigente socialista ha encarnado una vía de centro durante la campaña, entre el izquierdismo clásico de Fabius y la renovación a toda costa de Royal. Strauss-Kahn apuesta por el continuismo del Gobierno de Lionel Jospin (1997-2002), del que formó parte hasta 1999, cuando dimitió por un caso de posible corrupción del que luego fue absuelto.