BANGUI, 19 Ene. (Por Aurélie Godet, Oxfam República Centroafricana) -
En República Centroafricana (RCA), una mujer es víctima de violencia de género casi cada hora. Un número limitado de supervivientes puede acceder a servicios médicos y psicológicos ofrecidos por organizaciones especializadas. En el corazón del país, en Bria, Oxfam ha puesto en marcha sesiones de alfabetización para facilitar su reinserción socioeconómica y ayudarles a reconstituirse.
El ambiente es de estudio en las aulas del 'Hogar femenino de la ciudad de Bria'. En el programa de la jornada: lectura, escritura y luego cálculo. Pero los alumnos no son estudiantes ordinarios. En los pupitres blanqueados por la tiza están sentados algunos hombres y una gran mayoría de mujeres. Todos han sido víctimas de la violencia. Ahora siguen sesiones de alfabetización iniciadas por Oxfam, en alianza con la Asociación de Mujeres Líderes de Bria (AFL), compuesta por los presidentes de 80 grupos de mujeres.
ANTIGUAS ANALFABETAS FORMAN A LOS SUPERVIVIENTES
Durante tres meses, tres veces por semana, 92 mujeres y 8 hombres participan en este programa. "De ellos, 85 han sufrido violencia por motivos de género, como violaciones, agresión sexual o matrimonio forzado, y quince han vivido una agresión física como tortura o robo armado", explica Séraphine Ngbanga Gonzhy, la encargada de protección y género de Oxfam en Bria.
OXFAM
El proyecto comenzó en 2015, a petición de la AFL. "Las mujeres líderes estaban en una asociación gestionada por hombres, ya que ellas eran analfabetas. Nosotros las hemos formado y desde hace dos años son ellas quienes imparten las clases", subraya. En total, más de 400 personas han aprendido a leer y escribir.
"CUANDO SABES LEER, NO PUEDES ENTRAR EN EL CONFLICTO"
Maïmouna Baroud, la presidenta de la AFL, supervisa la celebración de las clases. "A veces, son las mujeres las que animan a los hombres y los niños a participar en el conflicto para vengar la pérdida de sus familiares. Pero cuando sabes leer, no puedes entrar en el conflicto. La ignorancia empuja a la violencia", subraya.
Sobre todo, la alfabetización facilita la reinserción de las supervivientes. A menudo casadas a la fuerza desde los 13 años, muchas no han conocido nunca los bancos de una escuela. Al recibir estos cursos, se convierten en autónomas y son capaces de crear su propio pequeño negocio de jabones, aceite o buñuelos. Tras los tres meses de curso, recibirán por ello un kit, así como una formación en contabilidad y gestión por parte de Oxfam.
En RCA, la vulnerabilidad de las mujeres ha aumentado con el conflicto. Con 25 años, Fatima cría sola a sus cuatro hijos desde que su marido se unió a las filas de un grupo armado. Para cubrir las necesidades de su familia, se va al campo en busca de gavillas para luego venderlas.
Hace poco, elementos armados la detuvieron en el camino y uno de ellos la violó. Tras recibir atención médica, fue remitida a Oxfam. "De pequeña, mis padres me enviaban al mercado con mis hermanas. Lamento no haber ido nunca a la escuela y voy a hacer todo lo posible para que mis hijos aprendan a leer y escribir. Hay que tener un trabajo decente", afirma.
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Luego, su rostro se ilumina y añade: "Pero lo que más me gusta de los cursos es que olvido el sentimiento de tristeza. Hablo con musulmanes y cristianos. Y no me siento sola".
Fatima y los demás beneficiarios de este programa de alfabetización no son los únicos afectados por la violencia en RCA. En este país de 4,9 millones de habitantes que se vio sumido en la violencia en 2013, los civiles pagan un alto precio. Aquí, se registra un incidente de violencia de género cada 60 minutos, y el 92 por ciento de las víctimas son mujeres y niñas.
Este programa está financiado por el Fondo Humanitario y se reparte en tres centros de alfabetización de Bria, incluido uno en el campo de desplazados de PK3. Ante la importancia de las necesidades, Oxfam llama a la comunidad internacional y a los donantes a mantener sus esfuerzos y financiar con urgencia la respuesta humanitaria en RCA.