MADRID, 12 Abr. (EDIZIONES) -
Cuando el presidente estadounidense, Barack Obama, estrechó la mano del presidente cubano, Raúl Castro, se puso fin a más de medio siglo de hostilidades y tensión en las relaciones entre los dos países, pero la historia reciente nos ha dejado otros gestos similares entre otros enemigos o rivales que parecían irreconciliables.
Obama y Castro se han saludado en repetidas ocasiones durante la VII Cumbre de las Américas, una cita que reúne a los líderes de los países americanos del 11 al 12 de abril de 2015 en su primer encuentro desde el anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas, el pasado mes de diciembre.
Otro saludo muy significativo fue el de la reina de Inglaterra, Isabel II, que estrechó la mano del viceministro principal de Irlanda del Norte, el republicano Martin McGuinness en Belfast el 27 de junio de 2012. McGuinness fue uno de los comandantes del grupo armado Ejército Republicano Irlandés (IRA).
Más recientemente, el 26 de agosto de 2014, el presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, enfrentados por la sublevación de las milicias separatistas de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk. El encuentro se produjo en Minsk.
El fin del régimen racista sudafricano, el Apartheid, permitió esta imagen del presidente F.W. de Klerk y de quien le sucedería en el cargo, Nelson Mandela, líder de la lucha por los derechos de la mayoría negra. La fotografía se tomó el 7 de agosto de 1990, tras una reunión de 15 horas en la que se acordó el fin de la lucha armada del Congreso Nacional Africano de Mandela.
El conflicto palestino-israelí también ha deparado importantes gestos, avances y retrocesos. Entre los primeros está la fotografía del 2 de septiembre de 2010 con primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dando la mano al presidente palestino, Mahmud Abbas, ante la mirada de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.
Mucho más significativo fue el acercamiento entre el histórico líder palestino Yasir Arafat y el primer ministro israelí, Isaac Rabin, tras la firma del un acuerdo de paz, el 13 de septiembre de 1993. El acuerdo fue auspiciado por el presidente estadounidense Bill Clinton.
También es hijo de la Guerra Fría el conflicto entre Corea del Norte y Corea del Sur, un país con dos regímenes muy distintos. El 15 de junio de 2000 el líder norcoreano, Kim Jong Il, cogió la mano al presidente surcoreano, Kim Dae Jung, en Pyongyang, pese a que ambos países continúan técnicamente en guerra desde la década de 1950.
El 19 de noviembre de 1985 el presidente estadounidense Ronald Reagan estrechó la mano del presidente soviético, Mijail Gorbachov, tras la firma de un tratado armamentístico. Gorbachov había puesto en marcha un proceso de apertura que, contra todo pronóstico, acabó con la Unión Soviética en unos pocos años.
La otra gran potencia comunista del siglo XX, China, también ha escenificado un progresivo acercamiento a Estados Unidos con gestos como el del presidente estadounidense Richard Nixon, quien en 1972 visitó China y se fotografió con el líder histórico chino Mao Zedong.
Tras las convulsiones que trajo la caída del Telón de Acero, con el siglo XXI Rusia aspira a recolocarse como potencia mundial, lo que ha provocado tensión con Estados Unidos y sus aliados. La figura de Vladimir Putin ha surgido como la del hombre fuerte que ante su población se erige como rival del expansionismo estadounidense. En esta fotografía, Putin recibe a Obama el 5 de septiembre de 2013 para una cumbre del G-20 en San Petersburgo.
En su difícil relación con América Latina, Washington parece estar adoptando una postura más conciliadora. Como prueba, la reunión entre Barack Obama y el presidente venezolano Hugo Chávez, ya fallecido, el 18 de abril de 2009 en Puerto España (Trinidad y Tobago). Chávez entregó a Obama una copia del libro 'Las venas abiertas de América Latina', en la que el uruguayo Eduardo Galeano retrata el el neocolonialismo padecido en las últimas décadas del siglo XX al sur del río Bravo.