MADRID 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Islámicos de Arabia Saudí, Salé bin Abdulaziz al Sheij, ha criticado este miércoles al Gobierno de Irán por intentar utilizar la peregrinación "con fines políticos y sectarios".
Al Sheij ha señalado que las autoridades iraníes "muestran una gran hostilidades hacia los musulmanes", agregando que "no quieren que la peregrinación tenga lugar en condiciones de seguridad", según ha informado el diario local 'Saudi Gazette'.
Las palabras del ministro tienen lugar en medio de un incremento de las acusaciones cruzadas entre ambos países por el Hajj de este año, del que los peregrinos iraníes han quedado excluidos por falta de acuerdo entre las autoridades.
De hecho, el gran muftí de Arabia Saudí, Abdulaziz al Sheij, afirmó el martes que los iraníes "no son musulmanes", un día después de que el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, acusara a las autoridades del país de "asesinar" a peregrinos durante la tragedia de 2015 en La Meca.
Al Sheij, que dijo que las acusaciones de Jamenei "no son sorprendentes", recalcando que los iraníes "son hijos del magi", utilizando un término que hace referencia a los seguidores del zoroastrismo, religión que fue dominante en Irán hasta la conquista musulmana en el siglo VII.
"Tenemos que entender que no son musulmanes. Son hijos del magi, y su hostilidades hacia los musulmanes es antigua, especialmente hacia el Pueblo de la Tradición", recalcó, en referencia a los suníes.
En respuesta, el ministro de Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, apuntó que "de hecho, no hay similitud entre el Islam de los iraníes y la mayoría de los musulmanes y el intolerante extremismo que el principal clérigo wahabí y los maestros del terrorismo saudí predican".
Las relaciones entre ambos países, empeoraron drástica después de la muerte de más de 700 peregrinos en una avalancha en septiembre de 2015 en el valle de Mina, según el balance oficial, si bien el recuento de las embajadas extranjeras sitúa el balance por encima de los 2.400 fallecidos.
Irán ya había boicoteado previamente el Hajj en 1987 tras la muerte de 402 peregrinos durante un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad saudíes en el marco de una protesta contra Estados Unidos e Israel.
Este nuevo incidente diplomático tiene lugar meses después de que Riad cortara sus relaciones con Teherán en respuesta al asalto a su Embajada en Irán por parte de manifestantes que protestaban contra la ejecución en enero de un destacado clérigo chií.