Actualizado: martes, 5 diciembre 2017 2:39


WASHINGTON, 5 Dic. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Arabia Saudí ha advertido este lunes de que cualquier anuncio de Estados Unidos sobre el estatus de Jerusalén antes de que haya un acuerdo final entre israelíes y palestinos dañará el proceso de paz y aumentará las tensiones en la región.

"La política del reino ha sido y sigue siendo la de apoyar al pueblo palestino, y esto ha sido comunicado a la Administración estadounidense", ha dicho el embajador saudí en el país norteamericano, Jalid bin Salmán.

La Organización para la Cooperación Islámica (OCI), que aglutina a los países musulmanes, ha aprobado este lunes un duro comunicado en el que advierte a Estados Unidos de que no debe trasladar su Embajada en Israel a Jerusalén, lo que supondría reconocer esta ciudad como la capital del país, e ignorar que Jerusalén Este es territorio palestino bajo ocupación militar.

El portavoz de la Casa Blanca Hogan Gidley ha afirmado durante la jornada que Trump no anunciará este lunes su decisión sobre el posible traslado de la Embajada, a pesar de que se trata de la fecha límite, agregando que la medida será adoptada "en los próximos días".

Trump debe decidir si firma un aplazamiento sobre la reubicación de la Embajada desde Tel Aviv para un plazo de seis meses, como han hecho todos los presidentes estadounidenses desde que el Congreso aprobó una ley en este sentido en 1995.

Fuentes oficiales estadounidenses han indicado que se prevé que el mandatario firme esta orden por segunda vez desde que asumió el cargo a principios de año, si bien han agregado que Trump probablemente reconocerá Jerusalén como capital de Israel durante un discurso que dará este miércoles.

En este sentido, Gidley ha recalcado que "el presidente ha sido claro sobre este asunto desde el principio". "No es cuestión de si se hace, sino de cuándo", ha zanjado. El traslado de la Embajada de Estados Unidos en Israel a Jerusalén fue una de las promesas de campaña de Trump.

Un alto cargo de la Administración estadounidense afirmó el viernes que Trump hará un anuncio oficial, probablemente esta semana, reconociendo a Jerusalén como capital de Israel, en un simbólico gesto de apoyo a su mayor aliado en Oriente Próximo.

Sin embargo, Jared Kushner, yerno y asesor de Trump, aseguró el domingo que el mandatario del país norteamericano aún no ha decidido si reconocerá Jerusalén como capital de Israel, la que fue una de sus promesas de campaña.

"Aún está valorando muchos factores diferentes y, cuando tome su decisión, será el que la anuncie, no yo", dijo durante un acto en el Saban Forum de Washington, según informó el diario 'The Washington Examiner'.

El presidente palestino, Mahmud Abbas, pidió el domingo a su ministro de Exteriores, Riyad al Malki, que se reúna de urgencia con la Liga Árabe y la OCI para analizar la situación de Jerusalén después de que Estados Unidos anunciara su intención de reconocerla como capital israelí.

Al Malki catalogó su encuentro con ambos organismos como "vital" para trazar un plan que contrarreste la medida de Estados Unidos. "Esperamos que las decisiones tomadas sean compatibles con el tamaño y la importancia de Jerusalén, siendo la capital del Estado palestino y el más sagrado de los lugares", manifestó.

El ministro de Exteriores palestino declaró que este movimiento por parte de Estados Unidos es una violación de las resoluciones internacionales relacionadas con el conflicto palestino-israelí por un lado y el conflicto árabe-israelí por el otro, tal y como recogió la agencia oficial de noticias palestina WAFA.

"Estados Unidos debería haber presentado un plan para resolver la situación y no complicarla aún más", señaló Al Malki, que consideró que el país americano pierde con este posicionamiento su papel en el proceso de paz, al situarse de forma parcial a favor de la ocupación israelí.

La comunidad internacional no reconoce la soberanía israelí sobre Jerusalén Este, la parte de la ciudad de mayoría árabe que se encuentra entre los territorios ocupados militarmente por Israel desde 1967.

Con el reconocimiento, Trump además se alejaría de la doctrina tradicional estadounidense, que hasta ahora defendía que el futuro de la ciudad debía decidirse en las negociaciones de paz y una solución para el reconocimiento de dos estados, uno israelí y otro palestino, en paz y convivencia.

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