MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Arabia Saudí ha condenado este jueves los ataques con misiles ejecutados el miércoles por Irán contra bases iraquíes en los que están desplegadas tropas estadounidenses y ha hecho un llamamiento a la "contención".
El Ministerio de Exteriores saudí ha indicado en un comunicado que los taques iraníes suponen "una violación de la soberanía iraquí" y ha recalcado que en las bases "están presentes fuerzas de la coalición internacional contra Estado Islámico".
Asimismo, ha recalcado la necesidad de que "todas las partes ejerzan contención e intenten no recrudecer la situación para preservar la seguridad y estabilidad del hermano Irak y la región", según ha informado la agencia estatal saudí de noticias, SPA.
Los ataques iraníes fueron ejecutados en respuesta a la muerte la semana pasada del general Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, en un bombardeo estadounidense en el aeropuerto de Bagdad.
Soleimani murió junto al 'número dos' de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), Abú Mahdi al Muhandis, y varios milicianos iraquíes, tras lo que Teherán prometió que se vengaría por el ataque.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró el miércoles que los ataques iraníes se saldaron sin bajas, si bien un responsable de la Guardia Revolucionaria de Irán afirmó que en los mismos han muerto al menos a 80 militares estadounidenses.
Las autoridades iraquíes criticaron duramente el bombardeo contra Soleimani y el Parlamento aprobó el domingo una moción que exige la expulsión de las tropas estadounidenses del país y obliga al Gobierno a comprometerse a hacer público cualquier acuerdo que alcance en el futuro para la presencia de asesores y formadores militares extranjeros.
Durante la jornada del lunes, el Ejecutivo iraquí limitó las actividades de la coalición internacional y las redujo a los trabajos de entrenamiento y asesoría, prohibiendo sus movimientos por tierra y aire.
Este mismo jueves, la coalición contra Estado Islámico ha anunciado una "pausa" de sus operaciones militares en Irak, ante el incremento de las tensiones en el país y la región.