RIAD, 8 Dic. (Reuters/EP) -
Los restaurantes de Arabia Saudí dejarán de tener que contar obligatoriamente con dos entradas para separar a los clientes por sexo, según han anunciado este domingo las autoridades.
Hasta había una entrada para mujeres y familias y otra para hombres que fueran solos. El Ministerio de Administraciones Locales y ASuntos Rurales ha anunciado en Twitter que a partir de ahora ya no será obligatorio.
Un portavoz del Ministerio no ha podido concretar si también se terminará con la segregación dentro de los propios restaurantes, informa Reuters. Además, ha recordado que los restaurantes no están obligados a tener dos accesos, pero podrán mantenerlos si así lo deciden.
En cambio otros lugares públicos como escuelas y hospitales seguirán manteniendo la segregación.
Durante décadas los hombres y mujeres sin relación directa no podrían mezclarse en espacios públicos, pero las reformas impulsadas por el príncipe heredero, Mohamed bin Salman, han supuesto una ligera apertura que se ha traducido en iniciativas como permitir a las mujeres conducir o asistir a lugares de ocio.
Otras tímidas reformas aprobadas en 2018 como la autorización para que las mujeres puedan constituir su propia empresa, alquilar una vivienda sin permiso de su tutor y aspirar a obtener la custodia de sus hijos en caso de divorcio, son interpretadas por organizaciones de Derechos Humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW) como "una operación de lavado de cara" de monarquía absoluta saudí.
En particular denuncian que esta tímida apertura se ha visto acompañada de un incremento de la represión de la disidencia con la detención de decenas de religiosos, intelectuales y activistas.
Mohamed bin Salman, de 34 años, es el gobernante 'de facto' y heredero al trono de su padre, el rey Salmán. Cuando suba al trono será el primer de una nueva generación de monarcas después de la sucesión desde 1953 de seis de los hijos del fundador del reino, Abdulaziz bin Saud. Su mandato está empañado además por su implicación en el asesinato del periodista saudí Yamal Jashogi, secuestrado, torturado y descuartizado en el Consulado saudí en Estambul.