Ereván cifra en más de 100.000 el número de personas huidas tras la toma del territorio por parte de Azerbaiyán
MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Armenia han afirmado este lunes que el flujo de refugiados que llegan al país huyendo de la región de Nagorno Karabaj tras la toma del control del territorio por parte de Azerbaiyán tras su última ofensiva militar entre el 19 y el 20 de septiembre "casi ha parado", después de que más de 100.000 personas --más de tres cuartas partes de la población-- hayan cruzado la frontera durante los últimos días.
"Los indicadores casi no han cambiado desde el día anterior, lo que significa que el flujo de personas casi se ha detenido", ha manifestado Nazeli Baghdasarián, portavoz de la oficina del primer ministro, Nikol Pashinián. Así, ha agregado que "funcionarios y parte de la población se han quedado en Nagorno Karabaj".
Baghdasarián ha especificado que más de 21.100 vehículos han cruzado el puente de Hakari, una de las principales vías de paso, antes de subrayar que hasta la fecha las autoridades han registrado a cerca de 90.000 refugiados llegados al país huyendo de Nagorno Karabaj.
Pashinián ha acusado recientemente a Azerbaiyán de estar acometiendo una "limpieza étnica" en el territorio y, si bien las autoridades azeríes han manifestado en todo momento que su intención es que estas personas puedan permanecer en sus hogares y ha prometido respetar sus derechos, Ereván se ha mostrado escéptico sobre estos compromisos y la mayoría de la población armenia ha optado por abandonar la zona.
Nagorno Karabaj es un territorio de unos 4.400 kilómetros cuadrados en el Cáucaso Sur recuperado por Azerbaiyán en una ofensiva militar de apenas 24 horas iniciada el pasado 19 de septiembre, tras las guerras entre 1988 y 1994 y la de 2020. Hasta entonces la zona, de mayoría armenia, había estado más de tres décadas bajo control de fuerzas proarmenias pese a que la comunidad internacional reconocía la región como de soberanía azerí.
El alto el fuego anunciado el 20 de septiembre tras la ofensiva, que dejó más de 200 fallecidos en Nagorno Karabaj y se saldó con la muerte de más de 190 militares azeríes, incluye el desarme de grupos armados, la retirada de militares armenios --si bien Ereván niega que estén desplegados en la zona-- y la "reintegración" del territorio en Azerbaiyán, para la cual se han celebrado hasta ahora dos reuniones entre delegaciones de Azerbaiyán y de representantes armenios de la región.