MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
El juicio contra Selahattin Demirtas, uno de los líderes del principal partido kurdo de Turquía, el Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP), se ha iniciado este jueves sin la presencia del acusado, que no ha asistido a esta primera audiencia por motivos de seguridad, según ha informado el periódico local 'Hurriyet'.
Demirtas, que ha permanecido en prisión desde que fue detenido hace un año, se ha negado a participar en el juicio a través de videoconferencia. El co-líder del partido prokurdo se enfrenta a una condena de 142 años de cárcel por cargos de terrorismo.
Según ha podido saber 'Hurriyet', el tribunal al frente del caso ha dictaminado que se mantenga la pena privativa de libertad contra Demirtas hasta la próxima audiencia que tendrá lugar el 14 de febrero de 2018.
Además, el tribunal ha rechazado la presencia de más observadores, tanto nacionales como internacionales, durante la celebración del juicio al asegurar que existen "preocupaciones" en materia de seguridad. Solo una decena de periodistas y particulares han tenido acceso a la audiencia de este jueves.
El abogado defensor, Yusuf Alatas, ha asegurado en declaraciones a 'Hurriyet' que se trata de "una colección de 31 sumarios de diferentes procesos que se han recopilado en un mismo caso" contra Demirtas, al que se acusa de "liderar una organización terrorista", "incitar al odio y la delincuencia en público" y "hacer campaña" para esa supuesta formación terrorista.
"La principal acusación en su contra es ser el líder de una organización armada, lo que supone un delito de terrorismo", ha señalado su abogado, al tiempo que ha recalcado que todas las acusaciones se centran en los discursos que Demirtas pronunció como político. "Ninguno de ellos contiene ningún llamamiento a la violencia", ha advertido.
Demirtas y otros miembros de su partido están acusado de mantener vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), una milicia que ha protagonizado décadas de insurgencia y ha matado a más de 40.000 personas en el país. Turquía, Estados Unidos y la UE consideran a este grupo como una organización terrorista.
MOTIVACIONES POLÍTICAS
Una legisladora del HDP, Ayse Acar Basaran, ha contado que durante 2016 se emitieron incontables procedimientos contra los miembros de su partido y ha denunciado que estos casos "tienen motivaciones políticas".
Basaran ha advertido de que estos procedimientos están siendo utilizados como un "medio para amenazar" porque, según ha explicado, las autoridades muestran al HDP como una formación ilegal al crear una "percepción particular" de sus miembros y de sus acciones.
La Fiscalía ha destacado que existe una "fuerte sospecha de que (Demirtas) cometió el delito de dirigir una organización terrorista y que la naturaleza de este crimen requiere su encarcelamiento durante todo el juicio".
Cientos de personas se han reunido este jueves en la capital del país, Ankara, para mostrar su apoyo al acusado. "Demirtas es nuestro honor", han cantado. El HDP es el tercer partido con mayor influencia en el Parlamento de Turquía.
Otro de los líderes del partido, Figen Yuksekdag, también ha entrado en prisión a la espera de que se celebre un juicio por cargos de terrorismo, después de que fuese puesto bajo la custodia de un tribunal de Ankara este miércoles.
Demirtas fue detenido, junto a diez miembros más del HDP, el 4 de noviembre de 2016 en el marco de la represión que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, inició tras el fallido golpe de Estado de julio de ese mismo año.
Unas 150.000 personas han sido despedidas o suspendidas de sus puestos de trabajo desde la intentona golpista, mientras que unas 50.000 han sido encarceladas a la espera de juicio. Los grupos defensores de Derechos Humanos y Occidente han denunciado que Erdogan usó el golpe de Estado como una excusa para acabar con la disidencia.
El HDP ha advertido de que las autoridades han detenido a 5.000 de sus miembros. No obstante, Erdogan ha defendido que estas medidas eran necesarias por el peligro que representó el golpe, en el que murieron unas 250 personas.