Ereván pide que Bakú garantice que la población armenia de la zona puede vivir en la región "con seguridad y dignidad"
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
La primera ronda del proceso de conversaciones entre el Gobierno de Azerbaiyán y representantes de la comunidad armenia en la región de Nagorno Karabaj ha concluido este jueves en la ciudad azerí de Yevlax tras varias horas de conversaciones, un día después de un alto el fuego tras una ofensiva de Azerbaiyán que implica un desarme de los grupos armados armenios y contactos para la "reintegración" del territorio.
Según las informaciones recogidas por la agencia estatal azerí de noticias, Azertag, la delegación de Azerbaiyán está liderada por Ramin Mamadov, responsable de los contactos con los residentes armenios en la región de Azerbaiyán.
Poco antes, la agencia armenia de noticias Armenpress había confirmado la llegada a Yevlax de la delegación armenia, encabezada por Davit Melkumián, miembro del Parlamento de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, y Sergei Martirosián, 'número dos' del Consejo de Seguridad de Artsaj.
Tras la reunión, de la que por ahora no han trascendido detalles, la oficina del primer ministro armenio, Nikol Pashinián, ha recalcado que mantiene "contacto constante" con las autoridades de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj para abordar el posible traslado de la población que quiera trasladarse a territorio de Armenia.
Así, ha manifestado que las decisiones sobre este punto se adoptarán junto a las autoridades de Nagorno Karabaj, dependiendo de los resultados del proceso de conversaciones en Yevlax. Sin embargo, ha incidido en que no busca un proceso de desplazamiento y ha añadido que la población armenia de la zona tiene derecho a vivir en la zona.
En este sentido, ha recalcado que las autoridades de Azerbaiyán deben garantizar que estas personas viven "con seguridad y dignidad" en sus hogares, si bien ha hecho hincapié en que, en caso de que se considere que algunos de ellos no podrán hacerlo, se adoptarán medidas para su evacuación y traslado a territorio armenio, para lo que ya hay planes diseñados.
La reunión ha tenido lugar después de que las autoridades de Nagorno Karabaj confirmaran el miércoles un alto el fuego tras un día de ofensiva militar azerí contra la región, pacto que incluye el desarme de grupos armados, la retirada de militares armenios --si bien Ereván niega que estén desplegados en la zona-- y la "reintegración" del territorio en Azerbaiyán.
De hecho, el presidente azerí, Ilham Aliyev, ha afirmado que el país "ha recuperado su soberanía" tras el alto el fuego anunciado el miércoles en Nagorno Karabaj tras un día de ofensiva en la autoproclamada república de Artsaj y ha apuntado a "una nueva oportunidad histórica" para lograr "una nueva realidad" y "una paz duradera" en el Cáucaso Sur.
"Lo he dicho antes y lo quiero repetir ahora. La población armenia de Karabaj son nuestros ciudadanos", ha manifestado, antes de resaltar que las reuniones en Yevlax servirán para trasladar a los representantes de la comunidad armenia "las visiones de una futura coexistencia". Así, ha prometido que "sus derechos estarán garantizados: educativos, culturales, religiosos y electorales a nivel municipal, ya que Azerbaiyán es una sociedad libre".
La región es un territorio de unos 4.400 kilómetros cuadrados en el Cáucaso Sur reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán, si bien la mayoría de esta zona del país ha estado gobernada por la autoproclamada república de Artsaj --respaldada por Armenia--, desde la Primera Guerra de Nagorno Karabaj, entre 1988 y 1994.
La situación permaneció casi sin cambios hasta 2020, cuando Azerbaiyán inició una ofensiva a gran escala que derivó en la Segunda Guerra de Nagorno Karabaj, que duró seis semanas y permitió a Bakú recuperar partes importantes de territorio --incluida la ciudad de Shusha--. Finalmente, se firmó un nuevo alto el fuego mediado por Rusia, que desplegó una fuerza de pacificación para garantizar su cumplimiento.
Desde entonces ha habido una serie de encuentros entre Armenia y Azerbaiyán para lograr un acuerdo de paz, si bien la muerte de seis azeríes --cuatro militares y dos civiles-- por la explosión de dos minas antipersona llevó a Azerbaiyán a lanzar una nueva operación el martes que derivó en el citado alto el fuego y acuerdo de conversaciones directas con representantes armenios de la región.