KUALA LUMPUR 6 Jul. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Más de 2.000 trabajadores inmigrantes en situación irregular en Malasia han sido arrestados y se enfrentan a la deportación por el aumento de las redadas policiales, unas medidas que han forzado a muchas personas a ocultarse y tratar de salir del país acudiendo a redes de tráfico.
La economía de Malasia depende en gran medida de mano de obra procedente de países como Indonesia, Bangladesh o Nepal, que ocupan puestos en sectores como el agrícola y de la construcción, evitados por la población local.
Actualmente, hay unos dos millones de trabajadores migrantes registrados y se estima que la cifra es la misma en el caso de los indocumentados.
Un alto funcionario de inmigración ha informado de que 2.309 trabajadores indocumentados han sido detenidos durante las numerosas redadas que se han llevado a cabo en todo el país desde el 1 de julio en lugares como fábricas y restaurantes.
"Serán investigados dentro de 14 días y procesados antes de que se lleven a cabo las deportaciones", ha declarado este jueves una responsable del Departamento de Inmigración de la Policía.
La mayoría de los detenidos proceden de Bangladesh e Indonesia y entraron al país con visados de turismo y sin los permisos de trabajo que exigen las autoridades. Durante las redadas también se ha arrestado a 52 jefes han podido contratar a trabajadores de manera irregular.
Organizaciones de Derechos Humanos han denunciado que la mayoría de los trabajadores indocumentados eran víctimas del tráfico de personas y que habían sido estafados para pagar importantes sumas de dinero a las redes que les habían reclutado en sus países de origen. El Departamento de Inmigración se ha comprometido a investigar estas afirmaciones.
"Conseguir los permisos de trabajo es obligación de quienes les contratan, ¿cómo esperan que los trabajadores migrantes lo gestionen si apenas tienen margen de actuación?", ha denunciado el director de la ONG Tenaganita, Aegile Fernández.
"Es injusto arrestarlos, meterlos en centros de detención y deportarlos. Han pagado a sus jefes para obtener los permisos, pero ellos no lo han hecho", ha añadido.
Por las redadas, varios trabajadores han abandonado sus dormitorios para esconderse, según han informado medios locales, y Fernández ha advertido de que muchos están tratando de salir del país, lo que aumenta el riesgo de que acudan a redes de traficantes.
La semana pasada Estados Unidos incluyó a Malasia la lista de los países donde ha aumentado la trata de personas. En la vecina Tailandia, decenas de miles de trabajadores inmigrantes camboyanos y birmanos han huido en los últimos días por las nuevas regulaciones laborales.