Refugiados en el Ártico
STRINGER RUSSIA / REUTERS
Actualizado: miércoles, 11 noviembre 2015 22:16


KIRKENES (NORUEGA), 11 (Reuters/EP)

A medida que se acerca el invierno, la frontera ártica de Noruega con Rusia se está convirtiendo en una de las rutas preferidas para quienes buscan asilo en Europa, a pesar de que se trata de una zona inhóspita, fría y, en breve, completamente oscura.

Las autoridades noruegas calculan que desde el pasado mes de agosto unos 4.000 solicitantes de asilo han llegado al país escandinavo a través del Ártico, frente a las diez que lo hicieron en todo el año pasado, marcando así una clara tendencia.

"Esta ruta es más segura. No hay que cruzar el mar", ha explicado Akram Alí, un estudiante de ingeniería técnica de 23 años que hace tres días estaba en su pueblo natal de Tartus, en Siria, y ahora intenta calentarse en un albergue noruego.

Alí decidió abandonar Siria para evitar el servicio militar y pagó hasta 2.500 dólares a las mafias locales por el viaje hacia la frontera, que incluía el vuelo al puerto noruego de Murmansk, en el Ártico, vía Moscú y Beirut.

Como la mayoría de las personas que llegan al viejo continente por esta vía, Alí hizo el último tramo en bicicleta porque las autoridades rusas detienen a cualquiera que intente hacerlo a pie y las noruegas multan a quienes dejan a los refugiados en la frontera.

A pesar de la creciente popularidad de la ruta ártica, aún es minoritaria, debido a las extremas condiciones de la zona, que empeorarán en unas semanas con la llegada de la noche polar, en la que el sol desaparece de noviembre a enero.

"Hace tanto frío aquí", ha dicho Alí en declaraciones a la agencia de noticias Reuters. Este miércoles la temperatura ha caído hasta los diez grados bajo cero en la línea limítrofe y se espera que el mercurio continúe el descenso.

En verano los principales solicitantes de asilo fueron sirios, "unas tres cuartas partes de todos los que cruzaron la frontera". Sin embargo, "ahora el 60 por ciento de las llegadas diarias son de Afganistán", según el jefe de la Dirección de Inmigración Noruega, Frode Forfang.

Hasta ahora, los refugiados eran enviados al albergue creado en el centro deportivo de la localidad de Kirkenes pero el creciente número de llegadas ha rebasado su capacidad, por lo que las autoridades noruegas han iniciado la construcción de uno mayor.

Cientos de miles de personas han llegado en los últimos meses a Europa huyendo de los conflictos armados en Oriente Próximo, el Norte de África y Asia. La mayoría han cruzado el Mediterráneo para alcanzar el continente e iniciar una larga travesía a pie hacia el centro y el norte.

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