Un soldado delante de la estación central en Bruselas
REUTERS / FRANCOIS LENOIR
Actualizado: miércoles, 21 junio 2017 11:56

BRUSELAS 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

El atacante que intentó atentar la pasada noche en la estación Central de Bruselas atacó a un soldado que patrullaba la zona al grito de 'Allah Akbar', tras la explosión "parcial" de la maleta que portaba, y fue este militar quien le abatió, según ha informado la Fiscalía federal belga.

La maleta en la que llevaba los explosivos y se incendió tras una primera detonación fallida, y a la que le siguió una segunda explosión "más violenta", llevaba dentro "clavos y bombonas de gas", ha añadido la fuente.

El hombre ha sido identificado como O.Z., de 36 años de edad y nacionalidad marroquí, que residía en el distrito bruselense de Molenbeek-Saint-Jean, según ha indicado el portavoz de la Fiscalía, Eric van der Sypt, en una breve comparecencia en la que no ha querido responder a las preguntas de la prensa.

No llevaba cinturón con explosivos ni otras armas, como se rumoreó en las primeras horas, y no estaba fichado por la Policía por asuntos de terrorismo, ha añadido.

El ataque se produjo poco después de las 20:39 horas, cuando O.Z. entró en la estación Central y se dirigió a la entreplanta que une el hall principal en donde se encuentran las taquillas y la planta baja, en la que se sitúan los andenes.

Buscó un "grupo de personas" para situarse al lado y a las 20:44 "provocó una explosión parcial de su maleta, que se incendió", sin que esta situación provocara ningún herido.

A continuación, el presunto terrorista se dirigió a los andenes "persiguiendo" a un trabajador de la estación y la maleta, que seguía en la entreplanta, explotó por segunda vez "de manera más violenta".

Fue después cuando el individuo "se abalanzó sobre un militar al grito de 'Allah Akbar'" y éste le abatió con varios disparos para defenderse.

En torno a la medianoche se confirmó la muerte del presunto terrorista, que no ha sido evacuado de la estación hasta casi las 7:00 horas de este miércoles.

El tráfico ferroviario dentro de la ciudad se detuvo y se cerró la estación, para que los equipos de artificieros revisaran durante horas la zona para comprobar que no había más explosivos colocados ni en las instalaciones, ni en el cuerpo del atacante.

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