MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
El balance de víctimas mortales del asalto ejecutado este jueves a un complejo de ocio de la capital de Filipinas, Manila, que alberga casinos, tiendas y un hotel, ha ascendido a 36, según ha informado la Policía.
El jefe de la región de la Capital Nacional, Oscal Albayalde, ha detallado que la mayoría de las víctimas mortales han sido halladas en la zona que corresponde al casino, según ha recogido el diario local 'Inquirer'.
Poco antes, el jefe de la Policía Nacional, Ronald 'Bato' de la Rosa, había anunciado que otras 54 personas han resultado heridas y han sido trasladadas al hospital por inhalación de humo y por rotura de huesos.
De la Rosa ya confirmó que el atacante había muerto al inmolarse a lo bonzo tras resistirse a ser detenido en el quinto piso del edificio, matizando que "estaba armado".
Previamente, las autoridades indicaron que se trataba de un extranjero, que parecía ser un caucásico de cerca de metro ochenta de altura.
Una fuente vinculada a Estado Islámico que informa diariamente de los combates que se registran en la localidad de Marawi, situada en la isla de Mindanao, ha vinculado al grupo con el ataque perpetrado en Manila, según el grupo de Inteligencia SITE, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas.
Rita Katz, directora de SITE, ha detallado que desde Marawi han considerado al atacante como un "'lobo solitario' de entre los soldados del 'califato'".
Sin embargo, la Policía ha descartado que se trate de un atentado terrorista, alegando únicamente que el autor operó solo. Entretanto, algunos testigos sostienen que vieron a otro hombre armado dentro del complejo.
El atacante entró en la segunda planta del Resorts World, ubicado en la zona de Pasay, en la región metropolitana de Manila, con un fusil M-4 si bien no disparó contra ninguna persona. La Policía, está estudiando la posibilidad de que se tratara de un robo.
En Marawi, el Ejército intenta contener el avance del grupo Maute, que la semana pasada lanzó una ofensiva como respuesta a los intentos de las autoridades para detener a Isnilon Hapilon, líder del grupo islamista Abú Sayyaf y considerado líder de Estado Islámico en Filipinas.