MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
La mesa de la Asamblea Nacional francesa ha admitido este martes la tramitación de la moción presentada por La Francia Insumisa (LFI) para tratar de destituir al jefe de Estado, Emmanuel Macron, una "victoria" en palabras de la izquierda que, sin embargo, encara ahora un complejo proceso que hace prácticamente imposible que llegue a término.
La izquierda ha hecho valer su mayoría dentro de la mesa y, por doce votos a diez, el órgano que rige el funcionamiento de la Cámara Baja ha aceptado que la comisión de Leyes estudie la moción, que llega con el aval de 81 diputados y más de 300.000 firmas.
El Partido Socialista accedió a última hora a promover al menos el estudio de esta iniciativa, que en caso de salir adelante implicaría el cese del presidente de Francia. En caso de que la comisión diese luz verde, en el pleno de la Asamblea Nacional haría falta una mayoría de dos tercios que se antoja lejana y es más inalcanzable si cabe en el Senado.
Sin embargo, LFI, que se presentó de la mano con los socialistas dentro del Nuevo Frente Popular para las recientes elecciones legislativas, ha aplaudido en redes sociales este hito, recordando que el 21 de septiembre han vuelto a convocar manifestaciones contra Macron por el nombramiento del conservador Michel Barnier como primer ministro.
"Donde hay voluntad, hay camino", ha proclamado el diputado y excandidato presidencial Jean-Luc Mélenchon, mientras que la jefa del grupo de LFI en la Asamblea, Mathilde Panot, ha hablado directamente de un "día histórico", según Franceinfo. No en vano, en la V República no hay precedentes de que el pleno del Parlamento debata siquiera una moción de este calado.
CRÍTICAS DE LOS MACRONISTAS
La presidenta de la Asamblea, Yaël Braun-Pivet, aliada de Macron, ha salido al paso del procedimiento con un comunicado en el que ha dejado clara su oposición, alegando que no considera que al no designar como primera ministra a la candidata propuesta por la izquierda, Lucie Castets, Macron haya incurrido en una "infracción grave" como contempla el artículo 68 de la Constitución. Considera que al autorizar que el proceso sigue adelante, "una mayoría de la mesa ha optado por subvertir el Estado de derecho".
En la misma línea, el ex primer ministro Gabriel Attal ha descrito el procedimiento abierto contra el presidente como "una declaración de guerra contra las instituciones". Asimismo, ha acusado a los diputado del LFI de ser "agentes de desestabilización permanente", según declaraciones recogidas por la cadena BFM TV.