SAN SALVADOR, 28 Jul. (Reuters/EP) -
El número de muertos en los ataques de pandillas contra conductores de autobús en El Salvador ha ascendido a seis, lo que ha provocado que los conductores declararan un paro para reclamar mayores medidas de seguridad.
En San Salvador, un chofer fue asesinado la noche del domingo y cuatro más el lunes junto con un ayudante de conductor, todos por disparos de armas de fuego, después de salir a trabajar contraviniendo una advertencia de las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha de que serían asesinados si sacaban los autobuses a la calle.
Con la prohibición a la circulación de los autobuses y el caos que eso genera en un país donde la mayoría de la población se mueve a través de transporte público, las pandillas buscan presionar al Gobierno del presidente, Salvador Sánchez Cerén, para que reduzca la persecución de la que son objeto sus miembros y sus familias.
Raúl Mijango, un exdiputado del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y cuyo papel fue clave en una tregua a la violencia alcanzada en el 2012, ha pedido a las pandillas que pongan fin a las presiones a los conductores.
"Quiero hacerles la súplica y el llamamiento a que desistan de continuar con la medida del paro, ya que según se rumorea se han propuesto mantenerla durante cuatro días", ha afirmado.
En los cinco primeros meses de 2015, El Salvador registro 2,192 homicidios, un 50 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. La mayoría de estas muertes correspondería a luchas entre las dos principales pandillas: Mara Salvatrucha y Barrio 18.
Desde la ruptura de la tregua en 2014, más de 30 policías y once militares han sido asesinados, algo que ha llevado a las fuerzas de seguridad a exigir mejoras laborales. El ministro de Defensa, David Munguía, ha informado de la detención de siete soldados por participar en una manifestación para reclamar un plus de peligrosidad.