MADRID, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
El director de la Defensa Civil iraquí, Kazem Bohan, ha anunciado que los servicios de rescate de la provincia de Kerbala han encontrado otros dos cuerpos entre los escombros de un santuario chií que se ha derrumbado por un deslizamiento de tierra en Irak, por lo que el último balance ha ascendido a siete personas.
Bohan ha reconocido, según ha recogido el canal Al Sharquiya, que los equipos de rescate enfrentan dificultades debido a la gran cantidad de rocas, por lo que trabajan con mucho cuidado para preservar la vida de las personas atrapadas.
El gobernador de Kerbala, Nassif al Jatabi, ha informado de la formación de un comité de investigación para averiguar las circunstancias de lo sucedido, según ha recogido este lunes el diario 'Baghdad Today'.
Una delegación que representa al clérigo iraquí Muqtada al Sadr, hombre fuerte del país tras la victoria de su coalición Sayirún en las elecciones legislativas del año pasado, ha llegado este lunes al lugar del incidente, según ha recogido la agencia de noticias INA.
El propio Al Sadr pidió en su perfil oficial de Twitter a las autoridades iraquíes una "investigación inmediata" para que "la corrupción" que ha afectado a las instituciones no afecte también "a las mezquitas y lugares de culto".
"Ofrecemos nuestras condolencias a los familiares de las víctimas. Pedimos a Dios que les suplique paciencia y consuelo, y exigimos al Gobierno una investigación inmediata y seria a fin de revelar la verdad, para que la corrupción no afecte a las mezquitas y lugares de culto, tal y como afecta ya las instituciones y Ministerios del Estado", añadió.
Los servicios de rescate de la provincia iraquí de Kerbala confirmaron anteriormente al menos cinco fallecidos: tres mujeres, un hombre y un niño, así como cinco atrapados entre los escombros del santuario chií.
El deslizamiento en el santuario, que contiene un manantial de agua considerado por los chiíes como un lugar de descanso de su primer imán, Ali bin Abi Talib, en el siglo VII, ocurrió muy posiblemente por la acumulación de humedad, según las primeras investigaciones publicadas por la agencia oficial de noticias iraquí INA.
El rescate está ocurriendo con lentitud porque "los grandes equipos de excavación no pueden llegar al lugar", explicó a INA el responsable de la Defensa Civil de Kerbala, el general de brigada Taher Al Zubaidi, por lo que la retirada de los escombros "se está realizando a mano".
La Oficina para la Dote Chií de Irak negó toda responsabilidad en el incidente, y aseguró que santuario no está registrado a nombre de la oficina ni es administrado por ella, y pidió a las autoridades a cargo que eviten que tales incidentes vuelvan a ocurrir.