Ascienden a siete los muertos, entre ellos un militar y un niño, por un ataque del M23 en Kivu Norte (RDC)

MADRID 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades de República Democrática del Congo (RDC) han aumentado a siete la cifra de personas fallecidas, entre las que hay un militar y un niño, y a ocho el número de heridos en ataques ejecutados el lunes y el martes por el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en la aldea de Bweremana, situada en la provincia de Kivu Norte (este), en lo que supondría una nueva violación de la tregua humanitaria en vigor desde hace más de una semana en la zona.

Las explosiones han tenido lugar durante unos enfrentamientos entre el Ejército congoleño y el M23 en unas colinas de la zona, que se enmarcan en una serie de combates en los últimos días y que han provocado que la población local haya comenzado a desplazarse, según ha publicado la emisora congoleña Radio Okapi.

El propio Ejército ha denunciado la violación del alto el fuego y ha asegurado que el grupo rebelde pretende mantener a la población desplazada en "condiciones atroces" mediante la privación del acceso de ayuda humanitaria.

La consejera del gobernador de Kivu Norte, Prisca Kamala Luanda, indicó la jornada anterior que "los rebeldes del M23 lanzaron bombas contra la población civil en Bweremana, en Bahunde", dejando al menos cuatro muertos y "muchos heridos", según informó la agencia congoleña de noticias ACP.

La tregua fue anunciada el 4 de julio por Estados Unidos tras meses de combates entre el Ejército congoleño y sus milicias aliadas y el M23, respaldado por Kigali, que han provocado que 6,9 millones de personas hayan tenido que abandonar sus hogares desde octubre de 2023, según datos de Naciones Unidas. Está previsto que la tregua esté en vigor hasta el 19 de julio.

El M23 es un grupo rebelde formado principalmente por tutsis congoleños y que opera principalmente en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz, si bien los rebeldes lanzaron una nueva ofensiva en octubre de 2022, lo que provocó una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su papel en el conflicto.