MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
Al menos 60 civiles han sido asesinados en una nueva matanza en el estado etíope de Benishangul-Gumuz (oeste), escenario de un repunte de los enfrentamientos intercomunitarios y los ataques por parte de grupos armados durante los últimos meses.
Según las informaciones recogidas por el portal etíope de noticias Borkena, el ataque fue perpetrado en el distrito de Debate y se saldó con al menos 22 heridos, así como con varias viviendas incendiadas.
Las autoridades locales han confirmado el ataque, sin dar informaciones sobre víctimas. Testigos citados por la emisora estadounidense Voice of America han responsabilizado de lo sucedido al grupo rebelde Frente de Liberación Oromo (OLF-Shane), al que Adís Abeba ha acusado de matanzas similares en varias zonas del país.
Por su parte, la cadena de televisión etíope ESAT, vinculada a la oposición, ha elevado a 130 los muertos citando "fuentes creíbles", que han resaltado que los ataques se centraron contra miembros de las comunidades amhara y agaw, tal y como ha recogido la cadena de televisión británica BBC.
En diciembre fueron masacradas más de 200 civiles en un ataque ejecutado contra la localidad de Bulen, en este mismo estado. El director de la oficina de Comunicación de Bulen, Kasahun Adisu, dijo que las víctimas pertenecían a las comunidades amhara, oromo, shinasha y agaw.
Tras ello, primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, anunció el despliegue de fuerzas en la zona de Metekel, donde se encuentra la aldea, tras lo que las autoridades desvelaron la muerte de 42 presuntos implicados en el ataque, a los que describieron como "elementos contrarios a la paz".
El ataque fue perpetrado un día después de que el primer ministro realizara una visita a Benishangul-Gumuz para abordar el repunte de las tensiones. Así, destacó que Adís Abeba trabaja con las autoridades locales para encontrar soluciones a estos problemas.
Benishangul-Gumuz, situado a lo largo de la frontera entre Etiopía y Sudán, ha sido escenario de sangrientos episodios de violencia étnica en los últimos meses, algunos de los cuales han sido achacados al Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF) y a grupos armados supuestamente apoyados desde Tigray.
Las autoridades federales etíopes anunciaron a finales de noviembre el fin de la ofensiva en Tigray, iniciada el 4 de noviembre por orden de Abiy tras un ataque ejecutado por el TPLF, que gobernaba en la región, contra una importante base del Ejército en la capital regional, Mekelle.