Rechaza apuntar a Ennahda y descarta la tesis del "invierno islamista después de la Primavera árabe"
ESTRASBURGO (FRANCIA), 6 (EUROPA PRESS)
El presidente de Túnez, Moncef Marzouki, ha dejado claro que el ataque "odioso" en el que ha muerto el líder de la formación opositora Partido Patriótico Democrático, Choki Belaid, constituye "una amenaza" y demuestra que "hay muchos enemigos de nuestra revolución pacífica" pero ha dejado claro que el Gobierno tunecino mantendrá su política de seguir avanzando en su proceso de transición democrática y ha evitado apuntar al partido Ennahda como responsable del asesinato.
"Sabiendo que esto es una amenaza, una carta que nos envían, que rechazamos abrir, rechazamos este mensaje y seguiremos desenmascarando a los enemigos de la revolución y de nuestra política", ha prometido el presidente tunecino ante el pleno de la Eurocámara tras recordar que Belaid era "amigo de larga data" suyo.
En rueda de prensa posterior, Marzouki ha dado por hecho que habrá "más esfuerzos para desestabilizar" al Ejecutivo pero ha insistido en que la sociedad tunecina es "suficientemente fuerte y resistente" para impedirlo y ha rechazado en todo caso confirmar si Ennahda, el partido islamista moderado que lidera la coalición de Gobierno, está detrás de este asesinato político.
"Es demasiado pronto para empezar con acusaciones de este tipo. Es absurdo", ha subrayado el presidente tras su discurso ante la Eurocámara, admitiendo además que "probablemente va a ser muy difícil" encontrar a los responsables del asesinato.
Marzouki ha reconocido en su discurso ante los eurodiputados que el Ejecutivo de coalición tunecino que salió al calor de las primeras elecciones democráticas en Túnez tras la caída del régimen de Zine Ben El Abidine Ben Alí formado por el partido islamista moderado Ennahda y dos partidos laicos tiene problemas.
Sin embargo, ha insistido en que siempre hay "conflictos políticos" en cualquier coalición de Gobierno y ha asegurado que "están intentando aguantar hasta las próximas elecciones", que quieren celebrar "lo antes posible". Asimismo, ha avanzado que esperan que la Constitución tunecina esté finalizada "en los próximos meses".
"Queremos proteger los derechos adquiridos por las mujeres", ha prometido, aunque ha admitido que han recibido "una herencia pesada" de la dictadura y que no se pueden cambiar las actitudes de la gente de los últimos 50 años en apenas dos años que llevan en marcha el proceso de transición.
ABRAZAR EL ISLAMISMO MODERADO
"Queremos abrazar el islamismo moderado", ha insistido el presidente tunecino, que ha subrayado la importancia de lograr este punto. Así las cosas, ha admitido que la transición en Túnez ha sido "más difícil y larga" de lo inicialmente previsto y ha pedido más apoyo a la UE para consolidar el proceso tras recordar que su país constituye "el verdadero laboratorio" para medir el éxito de los procesos de cambio en la región.
"Estamos determinados a tener éxito", ha prometido, al tiempo que ha defendido que Túnez, "más que nunca", necesita el apoyo económico de la Unión Europea. "Invertir en nuestra economía permitirá consolidar nuestra democracia", ha justificado durante su comparecencia ante el pleno de la Eurocámara, donde ha confiado en que Francia siga el ejemplo de Alemania, que ha decidido condonar 60 millones de deuda tunecina para proyectos.
Marzouki ha considerado legítimo que los europeos duden de si la 'Primavera árabe' beneficia a los países europeos o supone "una amenaza" para su seguridad por "el riesgo de degeneración o desorden civil", el incremento de flujos de jóvenes que se dirigen a Europa en busca de un futuro mejor y su temor de que las fuerzas extremistas y yihadistas "pueden encontrar una fuerza fresca" en estos procesos de cambio.
"No hay nada que temer de las revoluciones árabes. Son revoluciones sociales", ha defendido. "No hemos escuchado ningún eslogan antioccidental o antisemita", ha destacado, insistiendo en que los ataques extremistas en los últimos meses contra embajadas extranjeras en distintos países de la región son perpetrados por "pocos".
Marzouki ha reconocido que las fuerzas salafistas han ganado en Túnez, Egipto y Libia tras los procesos de revolución. "¿Pero esto no es la democracia?", ha lanzado.
"Respecto al futuro de las revoluciones, todo está en juego y nada está terminado", ha admitido, rechazando en todo caso la tesis de "los que hablan ya de un invierno islamista después de la Primavera árabe".
El presidente tunecino ha prometido seguir avanzando en la democratización del país tras recordar el gran orgullo de los tunecinos que han pagado "un precio elevado" por su libertad. No obstante, ha insitido en que "más que nunca" necesitan el apoyo económico de la UE.
El pleno de la Eurocámara ha mantenido al final un minuto de silencio en memoria de aquellos que han perdido la vida por la libertad de Túnez. El presidente de la institución, Martin Schulz, ha insistido en que la democracia, unidad y libertad lograda al calor de la Primavera árabe en el país debe mantenerse y ha confiado en que las autoridades tunecinas harán todo lo necesario para castigar a los responsables del asesinato del dirigente político. "Su país debe continuar por el camino hacia la democracia", ha concluido.
MARZOUKI SUSPENDE VIAJE A EGIPTO
Entretanto, fuentes de la Presidencia citadas por la agencia oficial TAP han informado de que Marzouki ha decidido anular su participación en la cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), que comienza hoy en El Cairo y regresar inmediatamente a Túnez.