Actualizado: miércoles, 8 febrero 2017 7:58


MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

El asesor especial de Naciones Unidas para la prevención del genocidio, Adama Dieng, ha expresado este martes su "gran preocupación" por el alto grado de violencia registrado en varias zonas de Sudán del Sur.

En su comunicado, Dieng ha resaltado que, pese al compromiso del presidente, Salva Kiir, de poner fin a la violencia, se siguen registrando enfrentamientos, con el riesgo de que la situación derive en atrocidades masivas.

Así, ha detallado que más de 52.000 sursudaneses huyeron en enero a Uganda, haciendo hincapié en el deterioro de la situación de seguridad en la localidad de Kajo-Keji, al sur de la capital, Yuba.

Dieng ha lamentado además que, pese a la gravedad de la situación, el acceso a la zona está restringido para las fuerzas de paz de la ONU, agregando que el derecho a la libertad de movimiento de la población está igualmente limitado.

Por último, ha manifestado que, para conseguir la paz, todas las partes en conflicto "deben suspender sus actividades con urgencia y dedicar sus esfuerzos a lograr un acuerdo que sirva para resolver sus diferencias, antes de que la fragmentación territorial y la destrucción del tejido social se vuelvan irreversibles".

Naciones Unidas, la Unión Africana y la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo de África Oriental (IGAD) hicieron a finales de enero un llamamiento conjunto al fin de los combates en Sudán del Sur, expresando su "profunda preocupación" por el incremento de las hostilidades.

En su comunicado, alertaron del riesgo de "un incremento de la escalada de violencia intercomunal hasta convertirse en atrocidades en masa", así como de "la mala situación humanitaria" en Sudán del Sur.

Por ello, instaron a las partes a promover un diálogo inclusivo y a respetar el acuerdo de paz firmado en 2015, al tiempo que reiteraron su voluntad de trabajar por la paz, la seguridad y la estabilidad en el país.

La rivalidad entre el presidente, Salva Kiir, de etnia dinka, y el exvicepresidente y líder rebelde Riek Machar, que es nuer, se tradujo en un primer conflicto en diciembre de 2013, cuando el presidente del país decidió cesar a Machar como su 'número dos'.

El conflicto entre los dos bandos terminó con un acuerdo de paz firmado en agosto de 2015 y que implicaba el regreso de Machar a para que volviera a ser nombrado vicepresidente del país, nombramiento que llegó en abril de 2016.

Sin embargo, las continuas violaciones del pacto y los graves combates de julio llevaron al cese de Machar, que fue relevado en el cargo por el general Taban Deng Gai.

En diciembre, la ONU alertó de que el país está al borde de una guerra étnica generalizada a menos que la comunidad internacional intervenga y convenza a las partes enfrentadas de entablar un diálogo que lleve de forma definitiva a la paz.

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