MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
Alí Akbar Velayati, asesor del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha rechazado este martes las acusaciones del primer ministro de Líbano, Saad Hariri, contra Teherán, achacando de nuevo a Arabia Saudí la dimisión del político libanés.
Velayati ha indicado que se reunió con Hariri el día antes de que éste viajara a Arabia Saudí --desde donde anunció su dimisión--, asegurando que durante su encuentro el primer ministro libanés "no planteó" sus quejas sobre la "interferencia" de Irán en el país.
"No planteó el asunto, y pidió mediar entre Irán y Arabia Saudí", ha dicho, recalcando que la dimisión presentada por Hariri "fue inculcada por los saudíes y otros que no quieren la paz en Líbano ni la amistad entre ambos países (Irán y Líbano)", según ha informado la cadena de televisión iraní Press TV.
Asimismo, ha manifestado que trasladó a Hariri que Teherán "no tiene problema con una negociación" con Arabia Saudí, añadiendo que le pidió que reclamara a Riad que "pusiera fin a sus crímenes en Yemen y negociara con los yemeníes", en referencia a los rebeldes huthis.
Hariri anunció su dimisión el 4 de noviembre, por sorpresa y desde Riad. El primer ministro, que aún sigue formalmente en su puesto, ha anunciado este martes que regresará en el plazo de dos días a Líbano, después de que se haya especulado con su posible arresto domiciliario en la capital saudí.
Fuentes cercanas al político libanés aseguraron, en declaraciones durante el fin de semana a la agencia británica de noticias Reuters, que presentó su dimisión forzado por Arabia Saudí por negarse a enfrentarse al partido-milicia chií libanés Hezbolá.
Estas fuentes indicaron que Arabia Saudí ha decidido que el primer ministro --aliado de Riad desde hace años e hijo del asesinado ex primer ministro Rafik Hariri-- debe ser apartado.
Fuentes libanesas aseguraron que Riad desea reemplazar a Saad Hariri por su hermano mayor Bahaa como principal líder político suní de Líbano. Asimismo, dijeron que Bahaa se encuentra en Arabia Saudí y que las autoridades han pedido a miembros de la familia Hariri que viajen para jurarle lealtad, a lo que se habrían negado.
El Gobierno saudí ha rechazado en varias ocasiones que haya forzado a dimitir a Hariri, y por el momento no se han pronunciado sobre las informaciones sobre las condiciones de su llegada, la confiscación de su teléfono o los posibles planes para reemplazarle por su hermano mayor.
Sin embargo, fuentes cercanas a Hariri recalcaron que antes de su viaje a Riad el jueves 2 de noviembre les aseguró que se encontrarían durante el fin de semana en la localidad egipcia de Sharm al Sheij, donde estaba previsto que se reuniera con el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi.