Hombres rohingya de Birmania
REUTERS/SOE ZEYA TUN
Actualizado: martes, 7 febrero 2017 6:52


MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

El asesor especial de Naciones Unidas en prevención del genocidio, Adama Dieng, ha tildado de "repugnante e inaceptable" el nivel de violencia documentado en las recientes acusaciones presentadas por la ONU contra el Ejército de Birmania, acusado de cometer una serie de atrocidades contra la minoría musulmana rohingya.

En un comunicado, Dieng ha hecho referencia al informe publicado la semana pasada por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Zeid Raad al Hussein, en el que acusó al Ejército de cometer desde violaciones en masa hasta la ejecución de bebés, a las que ha dado credibilidad.

"Si la gente está siendo perseguida en base a su identidad y asesinada, torturada, violada y desplazada forzosamente de modo generalizado o sistemático esto podría convertirse en un crimen contra la humanidad y ser, efectivamente, un acto precursor de otros crímenes internacionales", ha denunciado Dieng.

"¡Esto tiene que parar ya!", ha añadido, antes de expresar su preocupación ante el hecho de que la comisión nombrada por el Gobierno birmano para investigar los presuntos abusos cometidos por el Ejército haya asegurado que no tiene pruebas de que las fuerzas de seguridad hayan cometido algún delito.

"Y sin embargo, el OHCHR, que no tenía acceso a la zona, ha encontrado una abrumadora cantidad de testimonios y evidencias, a través de entrevistas con refugiados que han tenido que huir", ha explicado el asesor. Por eso, ha continuado, la actual comisión "no es una opción creíble" para investigar estos abusos.

"Insto a que se lleve a cabo cualquier investigación por parte de un órgano imparcial e independiente, lo que incluye observadores internacionales", ha señalado.

Asimismo, ha indicado que si el Gobierno quiere que la comunidad internacional crea que existe una voluntad de resolver el asunto "debe actuar de forma responsable y demostrar su sinceridad".

Según los informes de testigos que baraja Al Husein, el Ejército birmano es responsable del "asesinato de bebés, niños, mujeres y ancianos, tiroteos indiscriminados contra civiles a la huida, quemar pueblos enteros, detenciones masivas, violaciones y abusos sexuales sistemáticos y en masa, así como la destrucción deliberada de fuentes de alimentos".

Naciones Unidas ha recabado las declaraciones de más de 200 personas que han conseguido escapar del asedio del Ejército de Birmania. La inmensa mayoría de los entrevistados han sido testigos de algún acto de brutalidad. Más de la mitad de las 101 mujeres consultadas ha declarado haber sido objeto de abusos o violaciones y, en general, todos describen actos de una violencia inusitada.

El Gobierno birmano ha negado que exista una campaña de exterminio y asegura que la misión del Ejército es la de eliminar a ciertos elementos terroristas entre las filas rohingya.

Las pruebas recabadas por la ONU y múltiples organizaciones rebaten esta versión y condenan el silencio que mantiene a este respecto la premio Nobel de la Paz y líder 'de facto' del país, Aung San Suu Kyi.

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