MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha afirmado este jueves que no pedirá que se retire el veto migratorio aprobado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recalcando que "es un asunto estadounidense".
En una entrevista concedida a Yahoo News, que será publicada en su totalidad este viernes, el mandatario sirio ha afirmado que el veto "tiene dos aspectos, uno de los cuales está relacionado con la soberanía de Estados Unidos".
"Cada país tiene derecho a poner cualquier regulación a la entrada al país. Podemos estar de acuerdo o en desacuerdo, pero si me preguntas como presidente, como oficial del Estado sirio, mi responsabilidad no es ir a pedir a otro presidente que permita entrar a los sirios como refugiados", ha dicho.
"Mi responsabilidad es restaurar la estabilidad para que puedan volver a Siria y encontrar refugio en su país", ha manifestado, recalcando que "no va a discutir si (el veto) está bien o mal".
Por otra parte, ha dicho que "es cierto" que algunos de los refugiados tienen lazos con el terrorismo, agregando que "hay casos", tal y como ha recogido la agencia estatal siria de noticias, SANA.
"Se puede encontrar en Internet. Las mismas fotografías de ellos, en algunos casos, por supuesto, de terroristas en Siria, con una ametralladora o matando gente, son refugiados pacíficos en Europa u Occidente en general", ha apuntado.
En este sentido, ha indicado que el número de estas personas "no es significativo", argumentando que "no es necesario un número significativo para cometer atrocidades".
"El 11-S tuvo lugar con sólo15 terroristas de quizá millones de inmigrantes en Estados Unidos, así que no se trata del número. Se trata de la calidad, de las intenciones", ha remachado.
Las palabras de Al Assad han llegado el mismo día en el que el tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito ha decidido que no restablecerá el veto aprobado por Trump, que fue bloqueado la semana pasada por el juez James Robart, de Seattle.
El tribunal ha invalidado así la petición de Trump de rechazar el bloqueo y restablecer la orden ejecutiva por razones de seguridad, petición que, desde el punto de vista de los tres magistrados, "va en contra de la estructura fundamental de la democracia constitucional" de Estados Unidos.
En referencia a la amenaza de atentados terroristas, tema clave en la retórica de Trump, los jueces han subrayado que Washington no ha presentado ninguna prueba "de que algún extranjero de ninguno de los países (incluidos en la orden) haya perpetrado algún ataque terrorista en Estados Unidos".
El siguiente paso que dará el Gobierno será llevarlo al Tribunal Supremo, donde podría encontrarse de nuevo con otro obstáculo: ante la falta del noveno juez del Tribunal Supremo --que aún no ha sido ratificado--, la decisión la tomará un tribunal formado por ocho jueces, cuatro demócratas y cuatro republicanos.
A pesar de ello, Trump ya ha anunciado que tomará este paso. "¡Nos vemos en los tribunales!", ha señalado el mandatario a través de su cuenta oficial de la red social Twitter, advirtiendo de que es "la seguridad del país" lo que "está en juego" con esta medida.
El decreto aprobado por el presidente suspendía durante cuatro meses las concesiones del estatus de refugiado, imponía una moratoria provisional --durante tres meses-- a la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana y paralizaba el Programa de Admisión de Refugiados. Los países afectados son Irak, Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen.