MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha apuntado que, tras la reconquista de la ciudad de Palmira, las fuerzas leales al Gobierno seguirán avanzando hacia otras zonas clave como Deir Ezzor y Raqqa, capital del autoproclamado califato de Estado Islámico.
El Ejército sirio recuperó Palmira el domingo pasado y, tras esta "liberación", quiere seguir avanzando. "Debemos movernos a las zonas cercanas que abren camino hacia las regiones del este del país, por ejemplo Deir Ezzor", ha explicado Al Assad en una entrevista a Sputnik.
Asimismo, ha llamado a "empezar a avanzar" hacia Raqqa, ubicada en el noreste de Siria y considerada el "principal baluarte" de Estado Islámico.
El viceministro de Exteriores ruso, Oleg Siromolotov, ha confirmado que Moscú y Washington ya están discutiendo una coordinación militar "concreta" de cara a seguir a avanzando hacia Raqqa, según la agencia de noticias Interfax.
ALIADOS Y ENEMIGOS
El presidente sirio ha insistido en su compromiso para "liberar todas las regiones", gracias también al apoyo de "amigos" como Rusia. Al Assad ha reconocido que "el respaldo ruso fue fundamental y eficaz para conseguir estos logros", así como el de Irán y el partido-milicia libanés Hezbolá.
En cambio, ha lamentado que haya quien no "asuma" éxitos como la "liberación" de Palmira. "Algunos países que supuestamente participan en la lucha antiterrorista o forman parte de la coalición estadounidense aún no dieron su evaluación. Quiero decirlo claramente, los regímenes de Francia y Reino Unido no hicieron ningún comentario", ha criticado.
Para Al Assad, la toma de Palmira por parte de Estado Islámico en mayo de 2015 fue "una señal de fracaso de la coalición" internacional, así como un ejemplo "de la falta de seriedad en la lucha contra el terrorismo".