MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -
El activista y fundador de la organización Wikileaks, Julian Assange, ha pedido este viernes al rey Carlos III que le visite en la prisión Belmarsh, que se encuentra al sureste de Londres.
La mujer de Assange, Stella Assange, ha confirmado la petición, que ha sido trasladada al monarca por medio de una misiva. "Uno puede verdaderamente analizar una sociedad por cómo trata a sus presos", ha señalado el también periodista a tan solo un día de la ceremonia de coronación del monarca.
"Como preso político, retenido por placer de Su Majestad en nombre de un país extranjero, me siento honrado de residir dentro de los muros de esta institución de clase alta. Tu reino no tiene límites", ha puntualizado con sorna.
Así, en un tono sarcástico, Assange ha aseverado que, durante su visita, el monarca tendrá la oportunidad de "deleitarse con las delicias culinarias preparadas para sus fieles súbditos con un generoso presupuesto de dos libras al día".
"Saboree las cabezas de atún mezcladas y las comidas reconstituidas que supuestamente están hechas de pollo. Y no te preocupes, porque a diferencia de instituciones menores como Alcatraz o San Quintín, no hay cenas comunitarias en un comedor. En Belmarsh, los presos cenan solos en sus celdas, asegurando la máxima intimidad con su comida", ha aclarado.
En este sentido, la misiva puntualiza que también "tendrá la oportunidad de presentar sus respetos (...) a un hombre gay que se enfrentaba a la deportación al Brasil de (Jair) Bolsonaro, quien se quitó la vida a solo ocho metros de mi celda con una tosca cuerda hecha con sus sábanas".
"Le imploro, rey Carlos, que visite la prisión de Su Majestad en Belmarsh, porque es un honor digno de un rey. Al embarcarse en su reinado, recuerde siempre las palabras de la Biblia del rey Jacobo, que dice que son bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia".
Desde abril de 2019, Assange ha estado recluido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh mientras se enfrenta un proceso en Estados Unidos por violar la Ley de Espionaje. Si es declarado culpable, podría ser condenado a 175 años de prisión.