JERUSALÉN 22 Dic. (Reuters/EP) -
Una vivienda palestina de la localidad de Beitillu, en Cisjordania, ha sido atacada con gases lacrimógenos, un ataque que ha acabado sin víctimas y que la Policía israelí cree que ha sido provocado por radicales judíos molestos por la detención de varios correligionarios como sospechosos de causar la muerte de un niño palestino y varios familiares con un ataque a su vivienda en julio.
Una portavoz de la Policía israelí ha explicado que el ataque se ha registrado en la noche del lunes al martes y que nadie ha resultado herido. El suceso coincide con el creciente malestar entre los ultranacionalistas judíos por lo que un ministro ha definido como poco habituales métodos de interrogatorios empleados con los sospechosos del ataque incendiario registrado en la localidad de Duma hace cinco meses.
En aquella ocasión, el 31 de julio pasado, varios radicales judíos incendiaron una vivienda palestina en Cisjordania y acabaron con la vida de un niño de 18 meses de edad. Sus padres, Saad y Riham, murieron semanas después por las heridas sufridas en el incendio.
La Policía israelí ha arrestado a varios ultranacionalistas judíos como sospechosos de este caso aunque el secreto de sumario ha impedido conocer el número exacto de interrogados y sus identidades.
En el ataque de este martes han aparecido pintadas en una pared próxima a la vivienda palestina atacada en las que se puede leer "Venganza" y "Hola de parte de los detenidos de Sion", lo que podría ser una referencia a los sospechosos del ataque incendiario de Duma, según han contado varios testigos.
"Dentro de la casa, donde los colonos han tirado dos bombas de gases lacrimógenos, mi hermano, su mujer y su bebé de nueve meses estaban durmiendo", ha explicado a Reuters por teléfono Abed Hussein al Najar, que vive en Beitillu, la localidad en la que está la vivienda palestina atacada.
"Gracias a Dios, mi hermano se despertó por el fuerte olor a gas y pidió ayuda a gritos. Los vecinos se dieron prisa y les sacaron", ha asegurado.
DETENIDOS
Varios documentos judiciales difundidos este lunes muestra que el abogado de uno de los sospechosos se ha quejado de que los violentos métodos de interrogatorio empleados contra su cliente.
El pasado sábado, cientos de manifestantes de derechas se manifestaron en Jerusalén para manifestar su apoyo a los detenidos. Un responsable judicial ha contado que la seguridad se ha reforzado en el exterior de la vivienda del juez que preside el tribunal del caso y que se han publicado mensajes en redes sociales en los que se le acusa de no impedir que el servicio de Inteligencia interior, el Shin Bet, maltratara a los sospechosos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha defendido el trabajo del Shin Bet y ha subrayado que sus actuaciones son legales. "Lamentablemente, de cuando en cuando hay actividad terrorista por parte de judíos y el Shin Bet tiene que gestionarlo", ha afirmado Netanyahu, en declaraciones a la prensa en Jerusalén.
El abogado de uno de los sospechosos ha asegurado que su cliente ha sido acosado sexualmente y que le han impedido dormir. "En un momento dado, le colgaron por los pies cabeza abajo. Usaron silla, mesas, algo que llaman la 'cama de Sodoma', en la que le han atado y estirado", ha contado a Reuters el letrado Itamar Ben Gvir, una conversación telefónica.
En una entrevista concedida a la Radio del Ejército, Naftali Bennett, miembro del Gabinete de Seguridad israelí, ha dicho que se han realizado "acciones excepcionales" en respuesta a una situación excepcional, pero todo ello bajo un estricto control legal.
Bennett, que lidera el partido de extrema derecha Hogar Judío, ha dicho que el ataque de este martes forma parte es "terrorismo" "Terrorismo es terrorismo. Intentaron asesinar aquí a otra familia mientras dormía", ha asegurado.