MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Al menos once civiles murieron el domingo en un ataque perpetrado por presuntos integrantes del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) contra la aldea de Bwito, en la provincia de Kivu Norte (este), tal y como han denunciado las autoridades de República Democrática del Congo (RDC).
Según las informaciones recogidas por la emisora congoleña Radio Okapi, los civiles habían sido previamente secuestrados tras el saqueo de la aldea de Bukombo, si bien el M23 decidió ejecutarlos después de enterarse de que un grupo de guerrilleros conocidos como 'Wazalendo' que se estaban preparando para lanzar una ofensiva contra el grupo rebelde.
Así, el delegado adjunto del gobernador de Bwito, Isaac Kibira, ha pedido protección tanto al Gobierno de RDC, a Naciones Unidas y a otras organizaciones internacionales. "Acudimos a la ONU, a la Unión Africana, a la Comunidad de Desarrollo de África Austral, a la Comunidad Africana Oriental y a nuestro Gobierno en busca de protección", ha dicho.
"Pedimos a Human Rights Watch, a Amnistía Internacional y a la Oficina Conjunta de Derechos Humanos de Naciones Unidas que lleven a cabo investigaciones para saber dónde se dice que están nuestros hermanos desaparecidos", ha recalcado Kibira.
Por su parte, el grupo rebelde se ha distanciado de las acusaciones y ha asegurado no tener nada que ver con el ataque, que, según sostienen, ha tenido lugar en una zona bajo control de la fuerza desplegada por la Comunidad Africana Oriental (EAC, según sus siglas en inglés).
"No crean los odiosos montajes de imágenes de cuerpos sin vida manipulados deliberadamente con el único fin de manchar el M23", ha dicho Benjamin Mbonimpa, miembro del M23, a través de un mensaje publicado en su cuenta en la red social Twitter.
El M23 es un grupo rebelde formado principalmente por tutsis congoleños y que opera principalmente en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, República Democrática del Congo (RDC) y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército de RDC contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.
El grupo lanzó una nueva ofensiva en octubre de 2022, recrudecida a partir de noviembre, lo que ha provocado una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su papel en el conflicto. Expertos de la ONU apuntaron en diciembre a la existencia de "pruebas sustanciales" sobre una "intervención directa" del Ejército ruandés en el conflicto.