DAKAR 1 Dic. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Una serie de ataques de Boko Haram en el sureste de Níger ha obstaculizado el suministro de ayuda a más de 200.000 personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares, según han denunciado varias agencias humanitarias.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha asegurado que, desde septiembre, la región ha sido atacada en quince ocasiones por parte del grupo terrorista islamista Boko Haram, provocando que cientos de personas huyan de sus hogares y restricciones en la llegada de ayuda humanitaria.
"La situación humanitaria es muy grave y se está deteriorando. Cada vez es más difícil llegar hasta los desplazados, lo que hace que los humanitarios tomen mayor riesgo para proporcionar ayuda, debido a la gran inseguridad", ha manifestado a Reuters el portavoz de World Vision, Geoffrey Denye.
Varias agencias de ayuda humanitaria han informado de que el Ejército ha restringido el acceso de grupos humanitarios a las zonas cercanas a Bosso, una localidad donde 32 soldados murieron en junio por un ataque de Boko Haram.
En los recientes ataques en Diffa han sido saqueados suministros y medicamentos esenciales de los establecimientos de salud, algo que, según Médicos Sin Fronteras (MSF), podría asustar a los médicos locales y disuadirles de trabajar más en la región.
"En general, la respuesta humanitaria no está siendo tan efectiva como debería ser. Hay un problema de coordinación. Las responsabilidades de los diferentes actores humanitarios no están claras", ha admitido la directora del programa de MSF en Níger, Mari Carmen Viñoles.
Algunos desplazados se encuentran en campos de refugiados, otros viven en chozas improvisadas por la carretera principal de Níger, pero la mayoría están esparcidos por 100 localidades y en asentamientos informales. "Estas personas se están distribuyendo por un área del tamaño de Bélgica y la mayoría se encuentran sin medios ni acceso a servicios sociales", ha informado el portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Benoit Moreno. "Es un reto para las organizaciones humanitarias", ha añadido.
Los milicianos de Boko Haram han matado a un total de 15.000 personas y han provocado el desplazamiento de cerca de 2,6 millones en Camerún, Chad, Níger y Nigeria durante los siete años que lleva atacando objetivos gubernamentales y civiles para intentar instaurar la ley islámica en Nigeria.