PEKÍN, 15 Ago. (EUROPA PRESS) -
Ya son 104 los fallecidos por las gigantescas explosiones declaradas en la ciudad china de Tianjin del pasado 12 de agosto, según un nuevo balance oficial comunicado este sábado por la agencia estatal de noticias china, Xinhua.
En las últimas horas se han producido entre siete y ocho explosiones en el esqueleto en el que se ha convertido el almacén químico debido a la persistencia de algunos "productos peligrosos", de acuerdo con Xinhua.
Se trata de las primeras explosiones que se producen después de los dos estallidos iniciales del miércoles, equivalentes a 24 toneladas de TNT, que provocaron una enorme bola de fuego que pudo verse a varios kilómetros de distancia.
El jefe del Departamento de Bomberos de la ciudad, Lei Jinde, ha dicho en una entrevista que la continuidad de las explosiones podría deberse a la primera respuesta de los bomberos al incendio desatado en el puerto industrial.
Jinde ha explicado que los agentes atendieron la emergencia en Tianjin como un incendio normal porque nadie les avisó de que había productos químicos que podrían reaccionar al agua. "No es que los bomberos sean tontos", ha subrayado.
De hecho, la preocupación por los agentes químicos persiste. Aún se desconoce exactamente qué productos había almacenados, por lo que no pueden estar seguros de las consecuencias que la acción de las equipos de emergencia podrían tener sobre la seguridad y salubridad de la zona.
Un portavoz local, Gao Huaiyou, ha explicado en una rueda de prensa que se cree que el almacén contenía bisulfuro de sodio, cianuro de sodio, potasio de nitrato y nitrato de amonio, entre otros. "Creemos que aún hay bastante", ha confesado.
Por ello, el Gobierno chino ha ordenado el despliegue en Tianjin de más de 200 militares expertos en armas químicas y nucleares y ha reunido a varios fabricantes de compuesto químicos "para que aporten sus conocimientos".
Como medida preventiva, las autoridades chinas han impuesto una zona de exclusión de tres kilómetros y han pedido a los residentes en los centros urbanos cercanos que usen mascarillas y se cubran el cuerpo lo máximo posible.
El motivo para el desalojo es que el viento, que hasta ahora soplaba hacia el mar minimizando el riesgo de contaminación química entre la población, ha cambiado de dirección y ahora empuja la masa de aire potencialmente nocivo hacia el interior.