TÚNEZ 17 Ene. (Reuters/EP) -
El comandante de las fuerzas libias del este, Jalifa Haftar, visitó la semana pasada un portaaviones de Rusia, lo que ha supuesto para el general renegado una simbólica muestra del apoyo por parte de las autoridades rusas, que han mostrado un mayor interés en intervenir en la región.
El acercamiento entre Moscú y Haftar podría favorecer al general a la hora de intentar acceder al poder ahora que el Gobierno de unidad de Trípoli, la capital del país, se encuentra sumido en una nueva crisis.
La comunidad internacional ha manifestado en varias ocasiones que el Gobierno de unidad respaldado por Naciones Unidas supone la mejor opción para evitar la anarquía y el conflicto armado en Libia. Sin embargo, las divisiones a nivel nacional y la resistencia mostrada por las diferentes facciones han debilitado el Gobierno de Trípoli y han beneficiado a Haftar en el este.
El general, que cuenta con el apoyo de Egipto y Emiratos Árabes Unidos, acudió en dos ocasiones a Moscú en 2016 para solicitar ayuda en la lucha contra los grupos islamistas en la zona.
El ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, ha mantenido una conversación con Haftar sobre la lucha contra los "terroristas" en Libia, una cuestión que también supone uno de los principales objetivos militares de Moscú en Siria.
POSIBLE INTERVENCIÓN
Dada la presencia rusa en el conflicto sirio, varios expertos consideran que el Gobierno ruso ve en Libia una posibilidad de volver a intervenir en Oriente Próximo, según ha manifestado Alexei Malashenko, jefe del Instituto del Diálogo entre Civilizaciones.
"Siria no es suficiente. Necesitamos otro Estado para la presencia de Rusia, no solo en Siria sino en Oriente Próximo en general. Libia es el territorio perfecto para ello. Es un completo caos y siempre puedes decir que Rusia ayudó a luchar contra el terrorismo", ha indicado Malashenko.
El presidente del país, Vladimir Putin, podría tener algún interés en restaurar la influencia rusa en Libia, según ha señalado un grupo de analistas. En 2011, Putin se opuso a la operación de la OTAN para acabar con el ex líder libio Muamar Gadafi.
"Esperamos que las autoridades de Rusia vuelvan a desempeñar su rol a favor de las Fuerzas Armadas de Libia, que han sido dejadas de lado y no cuentan con el apoyo de otros países para luchar contra el terrorismo", ha informado Abdalá Bilhaq, portavoz del Parlamento del este.
Karim Mezran, miembro del Centro Rafik Hariri para Oriente Próximo, ha destacado que hasta la fecha el apoyo de Moscú a Haftar parece puramente simbólico, algo que podría cambiar si el general se decide a atacar al Gobierno de Trípoli. "Si está recibiendo señales de posibles tribus y milicias que están dispuestas a unirse, podría utilizar el apoyo de Rusia y avanzar", ha afirmado.
El Gobierno de unidad, que se ha visto cada vez más aislado, ha tenido serias dificultades a la hora de hacerse con los aliados de Haftar. La dependencia del Gobierno respecto a la comunidad internacional ha aumentado desde que llegó a Trípoli en marzo.