Actualizado: lunes, 7 marzo 2016 19:07


TÚNEZ, 7 Mar. (Reuters/EP) -

Al menos 53 personas han muerto en los enfrentamientos registrados después de que milicianos procedentes de Libia atacaran a las fuerzas de seguridad en la localidad de Ben Guerdène, cerca de la frontera con Libia, según el último balance del Ministerio del Interior y de fuentes médicas.

Los enfrentamientos comenzaron cuando un grupo de milicianos supuestamente llegado desde Libia atacó un puesto de control de la Policía tunecina y un cuartel del Ejército. Ninguna organización se ha atribuido la responsabilidad de esta acción.

Del total de víctimas mortales, 35 son milicianos, once son miembros de las fuerzas de seguridad y los otros siete son civiles. Además, seis supuestos islamistas han sido detenidos, según el Ministerio del Interior.

Las autoridades han impuesto un toque de queda en Ben Guerdène y han reforzado los controles en la cercana localidad de Djerba, un popular destino para turistas. Además, han cerrado los pasos fronterizos de Ras Jedir y Dhehiba-Wazen para impedir que se infiltren más milicianos desde Libia y que se fuguen los que han perpetrado el último ataque.

Milicianos islamistas entrenados en Libia han perpetrado varios ataques en territorio tunecino en 2015, por lo que el Gobierno ha decidido reforzar la seguridad en la zona fronteriza.

TOMA DE LA ZONA

"Vi a muchos milicianos al amanecer, corrían con kalashnikovs", ha asegurado Hussein, un testigo de la zona. "Dijeron que eran de Estado Islámico y que venían a atacar al Ejército y a la Policía", ha relatado, en declaraciones a la agencia Reuters.

El presidente, Beji Caid Essebsi, ha asegurado que se trata de "un ataque sin precedentes" y "bien organizado", hasta el punto de que el objetivo de los islamistas sería el de controlar la región y "nombrarla su nueva wilaya", en alusión a los intereses expansionistas del grupo Estado Islámico.

También se ha pronunciado en el mismo sentido el vicepresidente del partido islamista Ennahda, Abd Elhamid Jelassi, que ha advertido de que, "si el Ejército no hubiese estado preparado, los terroristas habrían sido capaces de izar su bandera sobre Ben Guerdène y obtener una victoria simbólica.

Más de 3.000 tunecinos se han sumado a la lucha de Estado Islámico en Siria y en Irak, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en Túnez ante la posibilidad de un retorno que tendría, como paso intermedio, la caótica Libia.

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