Aumenta la tensión entre las FDS y Turquía en el noroeste de Siria

BEIRUT/ANKARA, 29 Jun. (Reuters/EP) -

El Gobierno turco y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza de grupos armados árabes y kurdos que cuenta con el respaldo de Estados Unidos, han intensificado sus advertencias mutuas, haciendo temer un nuevo frente en el ya de por sí complejo conflicto en Siria.

Naser Haj Mansur, un asesor de las FDS, ha sostenido que existe una "gran posibilidad de una confrontación abierta y feroz" con las fuerzas turcas en una zona del noroeste de Siria donde ambas partes intercambiaron disparos este miércoles.

En declaraciones a Reuters, ha explicado que las FDS, uno de cuyos principales componentes son las Unidades de Protección Popular (YPG, principal milicia kurda siria), han tomado la decisión de confrontar a las fuerzas turcas "si intentan ir más allá de las líneas conocidas" en la zona en la que los rebeldes sirios apoyados por Turquía dicen que Ankara ha desplegado recientemente tropas adicionales.

Mansur también ha señalado que un ataque turco contra zonas bajo control de las FDS "haría mucho daño" a la campaña de estas para expulsar al grupo terrorista Estado Islámico de su base de operaciones en Raqqa, obligando a los combatientes de las FDS a alejarse de las líneas de frente en la ciudad.

Por su parte, el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, ha advertido este jueves de que Turquía responderá contra cualquier disparo transfronterizo por parte de las YPG en Siria y no se mantendrá callado ante las antividades contra Ankara por parte de grupos terroristas en el extranjero.

Sus declaraciones se producen después de que la artillería turca destruyera objetivos de las YPG después de que este grupo abriera fuego contra las fuerzas respaldadas por Turquía en el norte de Siria el martes por la noche.

Asimismo, Kurtulmus también ha reiterado la oposición de Ankara a que Estados Unidos arme a las YPG, a las que considera una filial del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK9, y ha dicho que las autoridades estadounidenses terminarán entendiendo que este es el "camino equivocado".