ATENAS 18 Nov. (Reuters/EP) -
Las fuerzas de seguridad de Grecia han informado este viernes de que varios grupos de personas han lanzado piedras y artefactos incendiarios contra el campo de refugiados e inmigrantes de Souda, en la isla griega de Quíos, donde la tensión ha aumentado significativamente en las últimas semanas.
Según se puede observar en un vídeo, los residentes del campo, que han evacuado rápidamente a mujeres y niños, han tenido dificultades a la hora de apagar las llamas durante la segunda noche de incidentes en la zona.
"Los dos ataques han provocado la destrucción de una de las áreas del campo, donde duermen aproximadamente unas 100 personas. Hoy se ha producido un tercer incidente. Han lanzado piedras contra un hombre procedente de Siria, que ha resultado gravemente herido y ha tenido que ser trasladado a un hospital", ha indicado el portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Grecia, Roland Schoenbauer.
Después de que se firmara del acuerdo de redistribución de refugiados entre la Unión Europea y Turquía, los inmigrantes han sido retenidos en los centros dispuestos en las islas griegas, incluida Quíos, a la espera de que sus solicitudes de asilo sean tramitadas. Según la Policía griega, al menos 1.000 refugiados viven en el campo de Souda.
La tensión ha aumentado en la zona debido a la difícil gestión de los campos, que se encuentran desbordados. "La tensión no es nueva, pero nos preocupa que la situación se haya deteriorado demasiado debido a que los campos se encuentran superpoblados", ha señalado Schoenbauer, que ha añadido que los atacantes deberán rendir cuentas ante la justicia.
Las instalaciones de la isla de Quíos tienen capacidad para unas 1.100 personas, según las fuerzas de seguridad, que han aseverado que en la isla hay unos 3.000 inmigrantes actualmente. Schoenbauer ha destacado que la situación podría mejorar si las autoridades garantizaran una mayor seguridad en las inmediaciones del campo y buscaran un alojamiento alternativo para los inmigrantes.
En septiembre, miles de personas huyeron de uno de los campos de refugiados de la isla de Lesbos, donde se registraron incendios y enfrentamientos entre los residentes.