SAN SALVADOR 4 Ene. (Reuters/EP) -
La deportación de presuntos pandilleros a El Salvador por parte de Estados Unidos aumentó un 140 por ciento a lo largo de 2017, según han informado este miércoles las autoridades migratorias del país centroamericano.
El Gobierno de El Salvador ha indicado que Estados Unidos deportó el año pasado a 1.241 salvadoreños por estar supuestamente vinculados a grupos criminales, una cifra que dista significativamente de los 524 deportados en 2016.
Según datos de las autoridades migratorias salvadoreñas, al menos el 90 por ciento de los deportados fueron detenidos posteriormente a su llegada al país.
El aumento ha tenido lugar en el marco de las crecientes medidas puestas en marcha por la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, contra la inmigración ilegal en el país norteamericano, lo que incluye la realización de redadas a nivel nacional y la detención de aquellos adolescentes que entren en el país y que podrían formar parte de pandillas.
Este tipo de redadas sufrieron un claro descenso durante la Presidencia de Barack Obama, predecesor de Trump. Bajo la Administración Obama, los menores sólo podían ser objetivo de deportación alguna si habían incurrido en delitos, pero no podían ser detenidos únicamente por ser sospechosos de pertenecer a bandas criminales.
La violencia en El Salvador ha aumentado recientemente, especialmente aquella vinculada a las organizaciones criminales conocidas como 'maras'.
No obstante, el año pasado el Gobierno registró un descenso del 25 por ciento en el número de homicidios cometidos en el país, lo que fue considerado como una prueba del éxito de la estrategia tomada por San Salvador para acabar con las bandas en un país que acumula una de las tasas más altas de asesinato del mundo.