El aumento de la violencia en Birmania dificulta la labor de las ONG, según la ONU

Niños de la minoría Rohingya en un campamento de refugiados en Sitttwe
STRINGER . / REUTERS
Actualizado: martes, 18 octubre 2016 20:32

RANGÚN 18 Oct. (Reuters/EP) -

La ONU ha alertado este martes de que el aumento de la violencia por parte de milicianos en el norte de Birmania está dificultando la distribución de alimentos y medicamentos llevada a cabo por las organizaciones humanitarias en el país.

Las fuerzas de seguridad de Birmania han llevado a cabo una serie de operaciones en el estado de Rajine, en el norte del país, con el objetivo de detener a unos 400 milicianos islamistas que, según las autoridades, pertenecen a la etnia musulmana rohingya.

Después de que el Ejército realizara una serie de redadas y se incautara de decenas de armas, las autoridades han declararon el área como "zona de operaciones" y han comenzado a interceptar las comunicaciones de los insurgentes.

Las agencias de la ONU "no tienen acceso a las zonas más afectadas para poder cubrir las necesidades humanitarias", ha indicado el portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la organización, Pierre Peron.

Las clínicas y los programas de nutrición en el norte del país se han visto restringidos por los ataques llevados a cabo por los milicianos en la región. "Esperamos que la situación mejore lo antes posible para que la ayuda humanitaria pueda restablecerse y los programas de asistencia vuelvan a estar en marcha", ha aseverado Peron.

La violencia en el Estado de Rajine supone un desafío para el Gobierno de la consejera de Estado, Aung San Suu Kyi, que lleva en el poder tan sólo seis meses y se ha enfrentado a las voces críticas, que la acusan de no tomar las medidas suficientes para luchar contra los abusos de los Derechos Humanos de los rohingya y otros musulmanes en el país.

DIVISIONES ÉTNICAS

Al menos una treintena de milicianos y cinco militares han muerto en los enfrentamientos que han tenido lugar en la zona desde que se llevaron a cabo las redadas el 9 de octubre. Aproximadamente 120.000 personas, la mayoría rohinga, se vieron obligadas a desplazarse en 2012 debido a un significativo aumento de la violencia.

Según las autoridades locales, la última oleada de violencia ha provocado el desplazamiento de miles de personas. Los líderes políticos de Rajine han propuesto en varias ocasiones que las milicias locales del Gobierno actúen en la zona para frenar la amenaza contra la población rohingya.

"Los residentes están asustados y temen por su seguridad porque los vecinos hostiles representan un gran porcentaje de la población", ha aseverado el presidente del Partido Nacional Arakan (ANP) en la localidad de Maungdaw, una de las más afectadas por la violencia.

Según fuentes locales, unos 5.000 budistas de Rajine han abandonado sus hogares por miedo a sufrir ataques por parte de los rohingya. Los líderes de la minoría musulmana insisten en que tan sólo un porcentaje muy bajo de los 1,1 millones de rohingya que viven en Rajine cree que la violencia es la solución a los conflictos étnicos.

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