MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, ha rechazado este lunes reclamar a Estados Unidos que retire los cargos contra el fundado de WikiLeaks, Julian Assange, y ha abogado por abordar la situación a través de la vía "diplomática".
"Hay gente que piensa que si pones cosas en mayúsculas en Twitter y agregas un signo de exclamación, hace que sea más importante. No lo hace", ha manifestado Albanese, según ha recogido el diario 'The Australian'. "Pretendo liderar un Gobierno que interactúe de forma diplomática y apropiada con nuestros socios", ha explicado.
Así, ha recalcado que ya dejó "clara" su postura sobre el caso Assange. "Lo dejé claro el año pasado. Me remito a mis comentarios de entonces", ha dicho, en referencia a las declaraciones que hizo en 2021, cuando estaba en la oposición, abogando por la liberación de Assange.
Albanese defendió en diciembre que el fundador de WikiLeaks había "pagado un gran precio" por la publicación de la información que llevó a su imputación por parte de Estados Unidos. En este sentido, agregó que no veía sentido a una "persecución continua" contra Assange.
Por su parte, la esposa de Assange, Stella Moris, ha resaltado que ha habido "un cambio" en la postura de Canberra respecto al caso y ha alertado del deterioro del estado físico y mental del fundador de Wikileaks, según ha recogido la emisora australiana ABC.
"Parece que hemos estado corriendo una maratón desde hace mucho y ya sabe, eso es difícil a nivel mental y físico", ha explicado. "Ahora parece que hay mucha gente corriendo con nosotros y que estamos en la línea de meta", ha remachado.
La ministra del Interior de Reino Unido, Priti Patel, firmó el viernes la orden que autoriza la extradición a Estados Unidos del fundador de Wikileaks, acusado de cargos de espionaje por la filtración de miles de documentos secretos, si bien cabe un nuevo recurso sobre esta decisión.
Assange ha tratado en vano que los tribunales británicos impidan su traslado al país norteamericano, bajo el argumento de su delicada salud y de la dura condena que le puede ser impuesta por la labor de su organización en la difusión de documentos en 2010 y 2011.
El fundador de WikiLeaks fue detenido en abril de 2019, después de casi siete años recluido en la Embajada de Ecuador en Londres. Assange se refugió en un primer momento en la Embajada para evitar su posible extradición a Suecia, donde también estaba siendo investigado, y ante el temor de que fuese un primer paso hacia Estados Unidos.