MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Australia ha informado este jueves de que ha recibido información que sugiere que las ceremonias en homenaje a la batalla de Gallipoli (Turquía), considerada una de las más sangrientas en la Primera Guerra Mundial, podrían ser escenario de ataques terroristas.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores australiano ha advertido de que las autoridades turcas son "conscientes" de esta información y que, habitualmente, ofrecen un "alto nivel" de seguridad en los homenajes que se celebran en la península.
En este contexto, la cartera que dirige Julie Bishop ha instado a los australianos que viajen a Turquía a que eviten en la medida de lo posible visitar las ciudades de Estambul y Ankara, recientemente golpeadas por numerosos ataques.
"En la información de viajes a Turquía se sigue recomendando a los turistas que eviten zonas de alta aglomeración de gente y minimicen el tiempo que pasan en puntos que puedan ser objetivos de ataque, entre ellas áreas turísticas", ha señalado el Ministerio, que ha subrayado que "en el ambiente global actual", todo acto multitudinario puede "atraer" amenazas con "diferentes grados de credibilidad".
"Lamentablemente, el Día Anzac --como se conoce al 25 de abril, el día que se conmemora la batalla-- no es inmune", ha puntualizado.
Por su parte, el ministro para Asuntos de Veteranos de Australia, Dan Tehan, ha pedido a los nacionales que traten de minimizar el riesgo, si bien ha señalado que "depende de cada uno" si finalmente decide viajar, según ha recogido la cadena australiana ABC.
Entretanto, el subcomisario de la Policía Federal del país Michael Phelan ha asegurado que las autoridades australianas están trabajando "estrechamente" con sus homólogas turcas para que el viaje a Gallipoli sea seguro, y ha manifestado su "confianza" en que las fuerzas de seguridad de Turquía garanticen la seguridad en la península.
El 25 de abril los australianos celebran el Día Anzac, que conmemora la lucha del Ejército de Australia y Nueva Zelanda junto a Reino Unido en la Primera Guerra Mundial, en una batalla en la que murieron 130.000 efectivos.