VIENA, 13 Feb. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Austria ha anunciado este miércoles que sopesa endurecer las sentencias contra los responsables de crímenes violentos, especialmente en el caso en el que las víctimas sean mujeres, al tiempo que ha indicado que recientemente ha habido un incremento de asesinatos de mujeres a manos de extranjeros.
La coalición entre conservadores y ultraderechistas llegó al poder en Austria en el marco de la crisis migratoria con la promesa de evitar que se repitiera la entrada al país de un gran flujo de migrantes y refugiados.
Según las últimas estadísticas oficiales disponibles, que corresponden a 2017, el número de crímenes en general y el de crímenes violentos había descendido en el país, que tiene también uno de los índices de asesinatos más bajos de la Unión Europea (UE).
Sin embargo, el Ejecutivo ha reaccionado con dureza al asesinato de ocho mujeres en lo que va de año, en la mayoría a manos presuntamente de extranjeros, según las investigaciones policiales.
"Hemos visto a principios de este año que una serie de inquietantes asesinatos ha golpeado el país", ha dicho el ministro del Interior, Herbert Kickl, del ultraderechista Partido Libertad. "Hemos observado que muy, muy a menudo, las personas involucradas en estos crímenes violentos no son austriacos y son de otros paíse y culturas", ha agregado.
El paquete de medidas, que incluye elevar la sentencia mínima por las violaciones, no está centrado específicamente en los extranjeros, si bien los comentarios de Kickl van en la línea del Ejecutivo de vincular inmigración y criminalidad.
De hecho, Kickl y el canciller austriaco, Sebastian Kurz, dijeron el enero que están examinando si es posible incrementar el número de delitos por los que los refugiados podrían perder su estatus y ser deportados.
Según la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, aprobada en 1951, los países de acogida sólo pueden deportar a los refugiados a sus países de origen si son condenados por un crimen "particularmente serio", como asesinato, violación o robo a mano armado.
"Estoy harto de una situación en la que los Derechos Humanos y los acuerdos internacionales protegen a los que pisotean el Estado de Derecho, mientras los ciudadanos austriacos quedan a medio camino", recalcó entonces Kickl. Por su parte, Kurz sostuvo que "a veces son necesarios los vanguardistas para provocar un cambio en el punto de vista".