El autor de los incidentes en el estadio de Puerto Said fue pagado para agredir

Matanza En El Estadio De Port Said. Egipto
REUTERS/STRINGER
Actualizado: lunes, 19 marzo 2012 11:33

MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -

El principal sospechoso en la investigación sobre los incidentes ocurridos el pasado febrero durante un partido de fútbol en la ciudad de Puerto Said, en el noroeste de Egipto, en los que murieron 74 personas por enfrentamientos y una estampida humana, ha afirmado que le pagaron para que encabezara un ataque contra hinchas del club Ahly de El Cairo.

Según las fuentes consultadas por el diario egipcio 'Al Masry al Youm', un expresidiario de 35 años de edad llamado Al Sayed Mohamed Refat al Denf ha dicho que le pagaron para que liderara a un grupo de unos 800 seguidores del Masry, un equipo de Puerto Said, en aquel ataque.

El 1 de febrero, al término de un partido entre el Ahly y el Masry, decenas de personas irrumpieron en el campo y se dirigieron a las gradas donde se encontraban los hinchas del equipo visitante, desencadenando unos graves incidentes en los que murieron 74 personas, la mayoría de las cuales murieron aplastadas.

El jueves pasado, la Fiscalía General acusó de homicidio y/o negligencia a 75 personas en relación con este caso, entre ellas nueve policías y dos menores. Entre los acusados figura el ex jefe de la Policía en Port Said Essam Samak, que fue destituido.

Según el periódico, Al Denf ha contado a los fiscales que los hinchas fueron trasladados en cinco autobuses hasta Puerto Said desde la provincia de Daqahlia. Durante el partido, las personas que viajaban en tres de esos autobuses se unieron a los seguidores del Masry, mientras que las de los otros dos vehículos se sentaron entre los hinchas del Ahly.

El sospechoso ha asegurado que las personas procedentes de Daqahlia habían recibido la orden --aunque no se ha precisado de quién-- de provocar disturbios en Puerto Said.

El Parlamento egipcio realizó una rápida investigación en la que se culpó a los seguidores y a la escasa presencia de efectivos policiales. Las puertas del estadio estaban cerradas, lo que impidió que la gente saliera del estadio, produciéndose una avalancha humana en la que muchos murieron aplastados.