El suceso ha servido para reabrir el debate sobre las armas pese al llamamiento a la unidad de los líderes de ambos partidos
WASHINGTON, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
James Thomas Hodgkinson, el autor del tiroteo realizado este miércoles contra un grupo de congresistas republicanos en el campo de béisbol de Alexandria, en Virginia, era un declarado admirador del precandidato demócrata Bernie Sanders que estaba tremendamente decepcionado por la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales que se celebraron el pasado 8 de noviembre en Estados Unidos, según ha revelado la prensa local.
"Sabía que no estaba contento con cómo estaban yendo las cosas, con el resultado electoral y todo eso, pero esto ha venido totalmente de la nada", ha contado su hermano, Michael Hodgkinson, en una entrevista telefónica con el diario estadounidense 'New York Times'.
Hodgkinson estuvo implicado activamente en la última campaña electoral trabajando para el equipo de Sanders, que fue derrotado en las primarias por la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, quien después perdió frente al magnate neoyorquino.
Sus filias y fobias políticas están claramente plasmadas en sus redes sociales, donde no ahorra elogios para Sanders y reproches a la Admisnitración Trump. De hecho, la imagen de Hodgkinson en su página de Facebook es una de Sanders vestido como el Tío Sam.
Dale Walsh, un amigo de Hodgkinson, ha asegurado que "parecía estar bajo control". "Solo quiero que la gente sepa que no era el diablo", ha dicho en declaraciones al 'Washington Post'. "Creo que acabó intoxicado con tanta política", ha lamentadp desde la puerta de casa.
Hodgkinson, un inspector de 66 años que vivía en Belleville, Illinois, se trasladó a Washington hace unas semanas para participar en varias protestas contra el Gobierno. Según su hermano, este mismo miércoles había llamado a su mujer para decirle que estaba deseando volver junto a ella y su perro.
EL SUCESO
El jefe de la Policía de Alexandria, Michael Brown, ha contado que los agentes recibieron un aviso en torno a las 7.00 (hora local) por un tiroteo en el Eugene Simpson Stadium Park. Los uniformados llegaron poco minutos después y abrieron fuego contra el asaltante que, según testigos, iba armado con un fusil con el que hizo hasta 50 disparos.
El congresista republicano Tom Cotton ha contado a la cadena CBS que en esos momentos el equipo de béisbol de los congresistas republicanos se estaba entrenando para un partido con los demócratas, una tradición de hace 100 años. El partido iba a celebrarse el jueves en el estadio Nationals Park y los fondos recaudados iban a destinarse a ONG.
Hodgkinson ha sido abatido por la Policía y finalmente ha muerto en el hospital, según ha anunciado el propio Trump en una comparecencia desde la Casa Blanca. El presidente ha destacado la "valentía" de los agentes porque, de no haber actuado, habría más muertos, ha defendido.
En total cinco personas han resultado heridas, de acuerdo con el último balance oficial. Se trata del coordinador de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Steve Scalise, que ha recibido un disparo en la cadera por el que ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente y se encuentra crítico, y cuatro miembros del personal del Congreso.
El FBI se ha hecho cargo de la investigación, si bien el cuerpo de seguridad ha subrayado que "aún es pronto" para determinar si los congresistas eran el objetivo de este tiroteo. Fuentes consultadas por CNN afirman que sería un "ataque deliberado".
Los medios estadounidenses han informado de un incremento de la presencia policial en torno al Capitolio, sede del Congreso estadounidense, en Washington tras el ataque de esta mañana. Según NPR, la Cámara de Representantes ha cancelado su actividad legislativa prevista para hoy.
RESUCITA EL DEBATE SOBRE ARMAS
Sanders ha emitido un comunicado en el que confirma que Hodgkinson fue voluntario en su equipo de campaña, al tiempo que se ha posicionado en contra de "cualquier tipo de violencia". "Condeno esta acción en los términos más enérgicos (...) Estoy horrorizado por este atroz acto", ha remachado.
Al margen de las condenas, la clase política estadounidense ha aprovechado este suceso para retomar el debate sobre la tenencia de armas en Estados Unidos. "Esto no es de lo que debemos hablar hoy, pero hay demasiadas armas en nuestras calles", ha dicho el gobernador de Virginia, el demócrata Terry McAuliffe.
En la posición opuesta, el congresista republicano Barry Loudermilk, que estaba en el campo de béisbol en el momento del ataque, ha considerado que los legisladores deberían poder llevar armas. "Si esto hubiera pasado en Georgia, no habría llegado tan lejos", ha afirmado, ensalzando las normas de su estado natal a favor de las armas.
En este contexto, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, y la líder de la minoría demócrata en esta sede legislativa, Nancy Pelosi, han hecho un llamamiento a la unidad de ambos partidos. "Sé que todos queremos saber lo máximo posible de lo que ha ocurrido (...) pero hay una imagen que debemos recordar: la de nuestros colegas demócratas rezando" por los republicanos heridos, ha ensalzado Ryan.