Archivo - Imagen de archivo de un niño palestino en Rafá, en la Franja de Gaza - Europa Press/Contacto/Yasser Qudih - Archivo
Remarca que los ataques de Israel contra la agencia de la ONU "deben ser confrontados" por la comunidad internacional
Denuncia que proporcionar ayuda a los civiles no exime a los países de su "responsabilidad de armar a Israel, que continúa matándolos"
MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Palestina ha celebrado este domingo la decisión de Canadá y Suecia de reanudar las contribuciones a la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA), ahora en medio de una investigación interna sobre la supuesta vinculación de algunos de sus miembros con las milicias palestinas de Hamás que atacaron Israel el pasado 7 de octubre.
"La decisión afirma la indispensabilidad de la UNRWA para asegurar el bienestar, la protección, y los derechos básicos de millones de refugiados palestinos, así como para proveer estabilidad regional e internacional. También es una evidencia de la imparcialidad, la humanidad y la neutralidad de la UNRWA", reza un comunicado.
La cartera de la diplomacia palestina ha remarcado que estas decisiones son "pasos necesarios" para asegurar un "salvavidas para los refugiados palestinos, especialmente en medio del genocidio de Israel en la Franja y la hambruna provocada en la ocupada Gaza".
"La comunidad internacional tiene la obligación de preservar al mandato de la UNRWA y garantizar su continuidad. La campaña sistemática, la propaganda y los ataques patrocinados por el Estado de Israel contra la UNRWA, así como las acusaciones contra empleados de la ONU deben ser rechazados y confrontados por la comunidad internacional", ha indicado al recordar que Israel ha matado a más de 150 empleados del organismo internacional.
Mientras que el ministerio ha hecho hincapié en que los ataques contra propiedades de la ONU deben ser investigados y debe garantizarse la rendición de cuentas, ha sostenido que la comunidad internacional debe "asegurarse de no ser cómplices de la guerra genocida de Israel contra el pueblo palestino, incluso poniendo fin a todo comercio de armas con la potencia ocupante".
"Todos los Estados también tienen el deber claro de garantizar la implementación de las medidas provisionales ordenadas por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), incluidas acciones inmediatas y efectivas para garantizar la prestación de asistencia humanitaria. Proporcionar ayuda a los civiles palestinos no exime a los Estados de la responsabilidad de armar a Israel, que continúa matándolos y matándolos de hambre", ha subrayado.
Con todo, Palestina ha instado al resto de países donantes que suspendieron su financiación a la mencionada agencia de la ONU a que "reanuden inmediatamente" sus contribuciones, de conformidad con sus obligaciones jurídicas, políticas y morales, sobre todo desde la "horrenda masacre de la harina", que dejó más de 110 muertos y 700 heridos.
"No hacerlo va en contra de los principios básicos de la humanidad", ha agregado el ministerio, que ha considerado que la mencionada masacre, ocurrida a finales de febrero, "demostró la profundidad del salvajismo y el desprecio de Israel por la ley y el humanitarismo".
El comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), Philippe Lazzarini manifestó este fin de semana su optimismo tras conocerse estas decisiones. Por su parte, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Lior Haiat, criticó el "grave error" de los gobiernos canadiense y sueco. "Están ignorando la implicación de trabajadores de la UNRWA en actividades terroristas", concluyó.
Hamás lanzó a principios de octubre una serie de ataques contra Israel que dejaron casi 1.200 muertos y 240 rehenes. Israel puso en marcha una cruenta contraofensiva en la Franja de Gaza que deja ya, según las autoridades del enclave, controladas por la milicia, más de 31.000 muertos. A finales de enero, Israel denunció vínculos de empleados de la agencia con Hamás y, desde entonces, varios países, incluido su mayor donante, Estados Unidos, anunciaron la suspensión de su contribución.