MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
La Administración Interina de Tigray y el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) han expresado su rechazo a la decisión de la comisión electoral de rechazar la restauración del grupo como partido político, en medio del proceso de paz abierto tras el acuerdo firmado en noviembre de 2022 entre el Gobierno de Etiopía y la formación.
La administración instaurada en la región de Tigray a raíz del acuerdo de paz, encabezada por Getachew Reda, portavoz del TPLF y miembro del Consejo Ejecutivo del grupo, ha recalcado que la decisión "pone en peligro la existencia de una administración interina inclusiva" y "daña el proceso de paz".
Asimismo, ha hecho hincapié en que la decisión de impedir que el TPLF recupere su registro como partido --del que fue sacado tras el estallido de la guerra en noviembre de 2020, tras lo que fue designado como un grupo terrorista, medida retirada en marzo--, es "inaceptable", según ha recogido el diario etíope 'Addis Standard'.
La comisión electoral sostuvo la semana pasada que "si bien la violencia armada que fue motivo de la decisión (de retirar las credenciales al TPLF) ya no existe, no hay cláusulas (...) para restaurar la personalidad legal del país", antes de abrir la puerta a que presente una solicitud para su registro.
En este sentido, la autoridad interina de Tigray ha advertido de que la medida "deja sin sentido el acuerdo de paz" y "niega el reconocimiento a altos cargos del TPLF que participan en una administración interina inclusiva en nombre del TPLF". Por ello, ha recalcado que la decisión "no será aceptada por el partido".
Por ello, ha lamentado la "presión innecesaria" que supone la decisión de la comisión electoral para el Gobierno y ha hecho hincapié en que es "responsabilidad" del Ejecutivo "garantizar que las decisiones y acuerdos legales son respetados por todas las instituciones y organismos gubernamentales".
Durante los últimos meses se han registrado importantes progresos en la aplicación del acuerdo de paz alcanzado en noviembre de 2022 en la capital de Sudáfrica, Pretoria, incluida la formación de dicha administración interina, el inicio de la liberación de presos y el reinicio de algunos servicios básicos, así como el refuerzo de la entrega de ayuda humanitaria en la región.
El conflicto en Tigray estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército etíope, situada en Mekelle, tras lo que el primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo, incluida la negativa del TPLF a la hora de reconocer un aplazamiento electoral y su decisión de celebrar comicios regionales al margen de Adís Abeba.
El TPLF acusó a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.