BAGDAD, 13 Jun. (Reuters/EP) -
Las autoridades iraquíes están investigando las acusaciones de que algunos grupos de milicianos chiíes que están ayudando al Ejército iraquí a retomar Faluya podrían haber ejecutado a decenas de suníes provenientes de la ciudad controlada por el Estado Islámico.
Un portavoz del Gobierno, Sad al Hadithi, ha declarado este lunes que las autoridades están investigando las acusaciones y que ya se han llevado a cabo algunos arrestos, después de que un gobernador regional asegurara que 49 suníes habían sido ejecutados después de rendirse ante las facciones chiíes.
El gobernador de la provincia de Anbar, Suhaib al Rawi, denunció el pasado domingo que 643 personas habían desaparecido entre el 3 y 5 de junio y que "todos los supervivientes habían asegurado que se estaban llevando a cabo torturas colectivas". Antes de la ofensiva ya se temía que la participación de milicianos pudiera desencadenar asesinatos sectarios.
La ciudad de Faluya es un bastión histórico de la insurgencia suní contra Estados Unidos en 2003 y contra los gobiernos chiíes que sucedieron a la caída de Sadam Husein.
"Se emitieron órdenes específicas para proteger a los civiles", ha declarado Al Hadithi, a lo que ha añadido que estas instrucciones también fueron trasladadas a las Fuerzas de Movilización Popular, la coalición de milicias respaldadas por Irán que están participando en los combates en Irak.
Por otro lado, Naciones Unidas reconoció la semana pasada que conocía, a través de fuentes fiables, casos de hombres y niños torturados por los grupos armados que ayudan a las fuerzas de seguridad que combaten en Faluya.
Cuando escapan de Faluya, las autoridades iraquíes separan de manera rutinaria a los hombres mayores de 15 años de sus familias para investigarlos y asegurarse de que no suponen un riesgo para la seguridad, así como para investigar si han cometido crímenes de guerra.
El Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Zeid Raad al Husein, ha declarado que las investigaciones son legítimas pero que éstas no deberían llevarse a cabo por grupos paramilitares.
El portavoz de la coalición liderada por Estados Unidos, el coronel Chris Graver, ha reconocido que el Gobierno de Bagdad estaba al tanto de los abusos. "Sabemos que el primer ministro ha declarado que cree que los abusos sí han ocurrido y que ha pedido que se rindan cuentas", ha afirmado Garver.
Por otro lado, un portavoz de las Fuerzas de Movilización Popular declaró la semana pasada que todas las acusaciones de ese tipo estaban "políticamente motivadas y no tenían fundamento".
El Ejército iraquí lanzó la ofensiva contra la ciudad de Faluya el pasado 23 de mayo, contando con el apoyo de la coalición liderada por Estados Unidos, y Naciones Unidas tuvo que recordar que en la ciudad hay alrededor de 90.000 civiles que además tienen escaso acceso a agua y comida.